El gobernador Ricardo Rosselló Nevares anunció el martes, junto a la presidenta del Negociado de Telecomunicaciones (NET), Sandra Torres López, el despliegue de un cable submarino de fibra óptica que reforzará mediante redundancia y resiliencia las comunicaciones de Puerto Rico.
“Desplegar una conexión de fibra óptica por el sur de Puerto Rico es una medida de preparación vital. Este proyecto representa un gran avance, no solo para la preparación ante desastres, sino en la capacidad de Puerto Rico de proveer tecnología con las mejores prácticas en el mercado, lo que ayuda a seguir transformando a la Isla en un centro de oportunidades de desarrollo de nuevos negocios”, afirmó el gobernador en conferencia de prensa.
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Explicó que, dicho cable —cuya inversión es de hasta 130 millones de dólares, de los cuales 30 millones de dólares son para una fase inicial— brindará un resguardo que mantendría a Puerto Rico conectado en caso de una emergencia que afecte los cables que entran por el norte de la Isla.
Las estaciones de amarre del cable submarino estarán en la costa sur de la Isla.
Además de la redundancia que ofrecerá el proyecto, la Isla contará con la tecnología más avanzada disponible, lo que afianzará su posición como un lugar estratégico para el aterrizaje de los cables submarinos que enlazan a América del Norte y América del Sur.
Por su parte, la presidenta del NET explicó “esta iniciativa también permitirá a Puerto Rico anticiparse al crecimiento de aplicaciones de Internet con una gran demanda de ancho de banda y la consecuente creación de empleos de alta remuneración, proyectados en 275 directos y 600 indirectos”.
Asimismo, Torres López comentó que todas las conexiones de Internet por cables submarinos existentes llegan al norte de la Isla y son vulnerables a eventos sísmicos en la llamada Fosa de Milwaukee en el Océano Atlántico.
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Según se explicó, el ramal que proveerá la conectividad se origina en el cable matriz conectando a Brasil y Estados Unidos y es la infraestructura de más reciente instalación, con tecnología de punta y las mejores latencias del mercado. Las fibras que serán asignadas al cable tendrán una capacidad inicial de 13,000 Gigabits por segundo.
El 99 por ciento de los datos que se envían y se descargan diariamente en todo el mundo ya viajan a través de cables situados en la profundidad del mar. Por tal razón, se les describe como las arterias del Internet.
Rosselló Nevares añadió que el cable submarino forma parte de los proyectos que lleva a cabo su administración para solidificar la respuesta de Puerto Rico ante un futuro evento atmosférico.
El análisis preliminar del proyecto es para una estación de amarre en Ponce con futuras expansiones a otros centros poblacionales e industriales como Mayagüez, Aguadilla, Manatí y Humacao. También se evalúan ramales a Islas Vírgenes, Vieques y Culebra.
Además, se construirá un centro de datos neutral con apertura a todo los operadores y proveedores de Internet.
Según el plan económico y de recuperación de desastres recién publicado, se identifica esta situación de riesgo y se recomienda la construcción de nueva infraestructura de telecomunicaciones como la antes descrita.
Esta iniciativa surge como una alternativa de inversión privada de un grupo de empresas, tras participar del Puerto Rico P3 Summit.
Un grupo de inversionistas puertorriqueños, que actualmente opera infraestructura de telecomunicaciones en la Isla, es el responsable del proyecto.
La iniciativa de ese grupo de inversionistas nació en el 2017, cuando el huracán María golpeó la infraestructura de telecomunicaciones y puso en evidencia otros riesgos a los sistemas de comunicación.
La construcción del nuevo cable submarino está en etapa de diseño mediante una alianza con una empresa española de presencia global en infraestructura de comunicaciones y sistemas de cables submarinos.