Una nueva ley bajo consideración del Congreso de Estados Unidos contiene una cláusula casi desapercibida que le daría a las agencias de seguridad la autoridad de monitorear, interceptar y derribar cualquier dron que sea considerado una amenaza incluso sin la aprobación de un juez.
Los partidarios de la norma la califican como necesaria en una era en que algún terrorista podría aprender a usar una aeronave teledirigida para perpetrar un ataque en medio de la población civil. Han dicho que el grupo Estado Islámico ha estado usando drones con bombas en Irak.
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Sin embargo, defensores de la privacidad ciudadana denuncian que la ley le daría al gobierno una potestad ilimitada para decidir cuál dron es una amenaza y cuál no. Afirman que le permitiría a las fuerzas del orden impedir el uso de drones para la cobertura noticiosa de protestas o de lugares controversiales como los actuales centros de detención para migrantes.
La cláusula está enterrada en un texto grueso que estipula la asignación de 1.700 millones de dólares para tareas de reconstrucción por desastres naturales y autoriza programas de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés), que supervisa el uso de drones. La Cámara de Representantes aprobó la medida el miércoles por 398 a favor y 23 en contra y el Senado probablemente le enviará al presidente Donald Trump para su promulgación en los próximos días. En julio, la Casa Blanca intimó que está a favor de la nueva norma sobre los drones.
El senador republicano Ron Johnson propuso este año la cláusula que le permitiría al Departamento de Seguridad Nacional y al Departamento de Justicia desarrollar un sistema para detectar, monitorear y derribar drones. Las autoridades tendrán la potestad de infiltrar la señal electrónica de la nave y controlarla.
La medida, sin embargo, nunca fue debatida exclusivamente por el Senado o por la cámara baja. En lugar de ello, tras negociaciones privadas, fue insertada en el parte de gastos para la agencia de aviación.