WASHINGTON (AP) — Por más extraño que parezca, mientras más se acerca el huracán Florence a tierra firme, su futuro se vuelve más impredecible.
Generalmente, cuando una tormenta se aproxima a la costa, los meteorólogos pueden indicar cada vez con mayor precisión el lugar en el que tocará tierra y quiénes resultarán afectados. Pero no con Florence.
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Eso se debe a que los sistemas meteorológicos que tiran y empujan de una tormenta desaparecen conforme Florence se aproxima a la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur. Se prevé que la tormenta pierda velocidad y se mantenga estacionada frente a las costas de Carolina conforme se aproxima el jueves, viernes y sábado.
“Desde la perspectiva meteorológica, esta tormenta es una horrenda pesadilla”, dijo el profesor de meteorología de la Universidad de Georgia, Marshall Shepherd. “Nunca habíamos visto algo así”.
La incertidumbre de Florence es parte de las distintas amenazas que representa para un mayor número de personas, que ahora incluye a algunos habitantes de Georgia. Entre más tiempo pase detenido, más lluvia arroja. El Centro Nacional de Huracanes indicó que habrá entre 50 y 75 centímetros (20 y 30 pulgadas) de lluvia en Carolina del Norte, y se alcanzarán los 100 centímetros (40 pulgadas) en algunas zonas. Y conforme pase más tiempo estacionado frente a la costa _una clara posibilidad_, más peligro generará la marejada ciclónica que lleve consigo.
Los meteorólogos advierten que el huracán Florence podría mantenerse frente a las costas durante días, afectando a más zonas costeras antes de ingresar a tierra.
“En una tormenta estacionada, la mayor preocupación — como lo vimos con Harvey — es la enorme cantidad de lluvia”, dijo Chris Landsea, jefe de meteorología y análisis tropical del Centro Nacional de Huracanes.
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“Sin duda es desafiante pronosticar los impactos precisos cuando no se sabrá, sino hasta un día antes, su trayectoria precisa”, comentó Landsea.
Además, existe una “enorme diferencia” en el tamaño y tipo de daño que inflige Florence si permanece a 80 kilómetros (50 millas) de las costas que si se dirige inmediatamente a tierra, indicó Landsea.
La tormenta se debilitó el miércoles a Categoría 3 y los meteorólogos esperan que continúe perdiendo fuerza a medida que se aproxima a tierra.
La tormenta se ha apegado a la ruta pronosticada hasta el momento, pero el problema podría presentarse entre jueves y viernes, cuando se acerque a la costa y colapsen las corrientes conductoras.
“Llegará con fuerza a la costa la noche del jueves y dirá ‘no estoy seguro de querer hacer esto y solo daré una vuelta por la costa’”, dijo Jeff Masters, director de meteorología de Weather Underground.
Las corrientes conductoras _alrededor de sistemas de cielos despejados de alta presión y tormentosos sistemas de baja presión_ cambian la trayectoria de los huracanes, debido a que los sistemas de cielos despejados actúan como murallas que las tormentas deben rodear. Y los pronósticos muestran que esas corrientes no le darán ninguna dirección a la tormenta hasta dentro de más o menos un día.
Masters dijo que hay un estira y afloja entre dos sistemas de alta presión _uno frente a la costa y otro sobre Michigan_ y entre más domine el de los Grandes Lagos, más al sur empuja a Florence.
Los modelos computacionales — especialmente el reconocido modelo europeo — colocan la tormenta más al sur, incluso alcanzando a Georgia y Carolina del Sur. El centro de huracanes de Estados Unidos también ajustó la ruta proyectada, pero se mantuvo más al norte de lo que indican la mayoría de los modelos computacionales, a fin de demostrar una mayor continuidad con los pronósticos previos.
El modelo computacional europeo indica que Florence virará antes de tocar tierra y permanecerá un par de días frente a la costa.
En caso de que el modelo europeo sea preciso o que persista la tendencia en general, “son noticias particularmente malas, debido a que podría entrar a tierra en cualquier punto entre cientos de millas de litorales, provocando marejadas ciclónicas. La lluvia ha sido y continúa siendo una importante amenaza en toda la zona”, señaló el investigador de huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy.
Y si Florence no fuera suficiente, hay otras tormentas que representan una amenaza: La tormenta tropical Olivia tocó tierra en Hawai. Filipinas se prepara para el tifón Mangkhut. La tormenta tropical Isaac se acerca a las Islas de Sotavento. El huracán Helene, en el Atlántico, actualmente no representa amenaza.