BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Mauricio Macri anunció el lunes un fuerte ajuste que contempla la reducción del número de ministerios y la aplicación de impuestos a las exportaciones para afrontar la situación de emergencia económica y financiera, medidas que inicialmente no tuvieron un efecto positivo en el mercado.
En un mensaje televisado, el mandatario también informó que reforzará los planes alimentarios para los argentinos que viven en la pobreza y han sido especialmente afectados por el recalentamiento de la inflación debido a una devaluación del peso de más de 50% en lo que va del año.
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“Para empezar a construir el país que queremos tenemos que equilibrar nuestras cuentas”, afirmó Macri.
El recrudecimiento de la crisis cambiaria en las últimas semanas obligó al gobierno a revisar el acuerdo crediticio que suscribió en junio con el Fondo Monetario Internacional para que le adelanten fondos para cubrir las necesidades financieras de 2019. Ese acuerdo contempló un préstamo de 50.000 millones de dólares con el fin de hacer frente a la disparada del dólar que comenzó en mayo.
La imparable suba de los precios de los productos básicos y las tarifas de luz, gas y agua han intensificado el malestar social y las protestas en las calles.
“Estos fueron los peores cinco meses de mi vida desde mi secuestro”, dijo el mandatario en referencia al rapto de 12 días que sufrió a principios de los noventa por parte de una banda delictiva que cobró varios millones de dólares de rescate.
Macri, de signo conservador, indicó que para cubrir el déficit fiscal pedirá “a quienes tienen más capacidad para contribuir, aquellos que exportan, que su aporte sea mayor”. Reconoció que el impuesto a las ventas al exterior es “malísimo” pero acotó que es necesario porque hay una situación de “emergencia”.
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A partir de ahora se cobrarán cuatro pesos (10 centavos de dólar) por cada dólar de exportaciones primarias, manufacturas de bajo valor agregado y de servicios y tres pesos (7 centavos de dólar) por dólar para el resto de las ventas externas. Asimismo se fijó una reducción en la tasa que paga la exportación de porotos, harina y aceites de soja. Argentina es el principal exportador mundial de harina de soja y la producción agropecuaria es su principal fuente de ingresos.
Estas cargas impositivas significarán una recaudación adicional de 348.000 millones de pesos (unos 9.015 millones de dólares) para el resto del año y 2019.
Por otro lado, Macri redujo siete de los ministerios a secretarías y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, pasó a ser ministro de Economía.
Para los planes sociales que reciben los más pobres, afectados por una inflación que se estima en más de 30% para este año, Macri anunció refuerzos económicos en septiembre y diciembre. Asimismo dijo que se intensificará la disponibilidad de alimentos en comedores populares y el control sobre distintos precios de la canasta básica.
Casi un tercio de los argentinos son pobres y los analistas consideran que esa cifra aumentará hacia fin de año.
La reacción del mercado a los anuncios fue negativa. El dólar cerró a 38 pesos por unidad respecto de los 37,40 pesos del cierre del viernes, según el estatal Banco de la Nación Argentina. El Banco Central logró que la suba no fuera mayor mediante la venta de 100 millones de dólares.
El mercado parece así esperar a que se conozca el resultado de las conversaciones que Dujovne entablará con el FMI a partir del martes en Washington para redefinir el acuerdo crediticio.
En tanto, el índice Merval -que agrupa a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires- caía 1,51% a las 16.15 local (1915 GMT).
Al dar más detalles sobre el paquete de ajuste, Dujovne dijo a periodistas que el gobierno se propone llegar a un déficit fiscal cero en 2019. “Vamos a ahorrar 6.000 millones de dólares que no necesitamos financiar con los mercados”, señaló el funcionario.
El país se había comprometido con el FMI a llevar el déficit fiscal a cero en 2020, recortarlo al 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2019 y al 2,7% este año.
Según Dujovne, con las nuevas medidas el gobierno pretende alcanzar un superávit primario de 1% del PBI en 2020.
Analistas dijeron que el esfuerzo fiscal prometido es muy considerable pero estimaron que será de difícil cumplimiento y podría repercutir negativamente en la actividad económica.
Matías Carugati, economista jefe de la consultora Management & Fit, dijo a The Associated Press que “estamos lejos de llegar a un punto en que todas las dudas quedaron disipadas y la situación se empezó a encaminar”.
Agregó que “si bien en el sector público se aseguró el financiamiento, el déficit del sector privado no está cubierto y no hay financiamiento… por eso seguimos viendo que el dólar sigue subiendo y que el riesgo país no baja”.
La abogada Cinthia Gotlib dijo a AP que no cree en Macri. “La verdad que cada vez que sale a hacer un discurso terminamos peor… la bolsa se vuelve loca y la gente se desespera”.
Pero el periodista Gregorio Martínez afirmó que Argentina fue destruida por el gobierno anterior de Cristina Fernández (2007-2015) “y lo que necesitamos justamente es un camino serio” que puede garantizar el presidente.
El plan de ajuste incluye un ahorro en los subsidios al transporte y la electricidad y el congelamiento del ingreso de personal al sector público.
Dujovne dijo que algunos factores que incidieron en la crisis fueron la fuerte sequía que golpeó al campo, las condiciones internacionales adversas y un escándalo de corrupción que salpicó a la expresidenta Fernández y a grandes empresarios acusados de integrar una red de corrupción en la obra pública.