WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca rechazó el viernes una iniciativa apoyada por Vladimir Putin para la realización de un referendo en el este de Ucrania sobre el futuro de la región, marcando su distancia de tal idea después de la polémica cumbre entre el presidente Donald Trump y el mandatario ruso.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, dijo que ambos gobernantes conversaron durante su cumbre en Helsinki sobre la posibilidad de efectuar el referendo en el este separatista de Ucrania.
PUBLICIDAD
Sin embargo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Trump, Garret Marquis, dijo que los acuerdos entre Rusia y el gobierno ucraniano para la solución del conflicto en la región de la cuenca del Donets no incluyen esa opción, y que cualquier intento de organizar uno es “ilegítimo”.
Las declaraciones encontradas se vertieron mientras la Casa Blanca esbozaba la agenda para la segunda cumbre propuesta entre Trump y Putin _en Washington este año_ que se enfocará en la seguridad nacional. Moscú dejó entrever su apertura a una segunda reunión formal entre ambos gobernantes, aunque el primer encuentro del mandatario estadounidense con su colega ruso continúa generando críticas en Estados Unidos.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que la reunión entre Trump y Putin abordaría las preocupaciones de seguridad nacional discutidas en Helsinki, incluida la intromisión rusa. El funcionario no especificó si se refería a la intromisión rusa en las elecciones de Estados Unidos en 2016. El funcionario, que solicitó el anonimato, dijo que las conversaciones también abarcarían la proliferación de armas nucleares, Corea del Norte, Irán y Siria.
Una escala que Putin con seguridad no hará será en el Capitolio.
La representante demócrata Nancy Pelosi solicitó al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, poner en claro que Putin no será invitado al Congreso si visita Washington.
PUBLICIDAD
Según Pelosi, la “aterrorizante adulación” de Trump “hacia Putin es una vergüenza y una amenaza grave para nuestra democracia”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, tuvo una visión más optimista sobre la posible cumbre.
En las Naciones Unidas, Pompeo se dijo “contento de que los gobernantes de dos países tan importantes continúen reuniéndose. Si esa reunión se lleva a cabo en Washington, me parece que está bien. Esas conversaciones son increíblemente importantes”.
Se desconoce si la cumbre se efectuaría antes o después de las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos.
Una reunión en la Casa Blanca daría mucha más legitimidad al gobernante ruso, al que Occidente aisló desde hace mucho tiempo debido a las actividades de Rusia en Ucrania, Siria y otras latitudes, y la creencia de que se entrometió en las elecciones presidenciales de 2016 en las que Trump obtuvo la victoria. Ningún gobernante ruso ha visitado la Casa Blanca en casi una década.
Funcionarios estadounidenses han guardado silencio sobre lo que ambos gobernantes acordaron, si es que lo hicieron, durante su reunión privada de dos horas en Helsinki. El director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, dijo el jueves que todavía no le han informado sobre esa sesión.
El gobierno ruso ha sido un poco más abierto en su posición.
“El tema (del referendo) fue discutido”, declaró Antonov, quien agregó que Putin presentó “propuestas concretas” a Trump sobre una solución a la insurgencia apoyada por Moscú que ha durado cuatro años en el este de Ucrania, donde ha dejado más de 10.000 muertos.