Mientras el gobernador Ricardo Rosselló reiteró el llamado a no bajar la guardia ante el paso de la onda tropical Beryl, varios alcaldes hicieron caso omiso a las advertencias del primer mandatario y convocaron a sus empleados a reportarse a sus turnos de trabajo el lunes.
“Todos los empleados del Municipio de Guaynabo deberán reportarse a sus áreas de trabajo en el horario correspondiente. En adición, todos los servicios a la ciudadanía estarán disponibles en horario regular”, expresó el primer ejecutivo de la ciudad, Ángel Pérez, a través de las redes sociales.
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Por su parte, la alcaldesa del municipio de Morovis, Carmen Maldonado, también optó por minimizar las palabras de Rosselló quien recalcó que la isla permanece bajo estado de emergencia.
“El Municipio de Morovis trabajará mañana lunes 9 de julio en todas sus dependencias en horario regular para servir a la ciudadanía. Esto no aplica al campamento, que no se reúne mañana ya que Comedores, al ser entidad estatal, no trabajan mañana”, informó Maldonado en su cuenta de Twitter.
“Aunque se espera que se deteriore, esto conlleva lluvias y vientos significativos. Recordemos el derrumbe de Mameyes que fue una onda, posiblemente menos fuerte”, detalló Rosselló en una conferencia de prensa desde el Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres.
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Sin embargo, en Maunabo, el alcalde Jorge Márquez anunció que “a menos que las condiciones del tiempo no se lo permitan, todos deben presentarse a sus unidades de trabajo como de costumbre”.
Del mismo modo, el alcalde de Humacao, Marcelo Trujillo, se unió al llamado de convocar a los empleados y manifestó que en su municipio se estará laborando como de costumbre.
“De haber algún cambio se informará por aquí y en los medios de comunicación local”, apuntó Trujillo.