La situación de los doce niños y su entrenador atrapados en la cueva Tham Luang Nang Non en Tailandia, se vuelve más crítica a medida que pasan las horas, un accidente y problemas de salud complican el rescate.
Ante la previsión de nuevas lluvias, los rescatistas tailandeses trabajaban contrarreloj el jueves para bombear el agua fuera de la estructura, antes de que las intensas lluvias pronosticadas para el sábado empeoren la situación.
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Sin embargo, la labor se vio obstaculizada luego de que voluntarios no registrados comenzaran a bombear accidentalmente agua a las cuevas en vez de drenarla, creyendo que estaban ayudando, según recoge el Bangkok Post.
“Pueden creer que su técnica es efectiva para el drenaje de aguas subterráneas, pero cualquier cosa que no esté en el plan debe discutirse primero con nosotros”, señaló al medio el comandante de la operación de Tham Luang, Narongsak Osotthanakorn.
Por suerte el accidente no pasó a mayores y terminó siendo un percance en medio de las labores de rescate.
Empeora la situación
No obstante, la situación empeora para dos de los menores y el entrenador, quienes sufren de agotamiento por desnutrición, según un nuevo informe médico recogido por CNN.
Los equipos de rescate están comenzando a inyectar oxígeno en la cámara donde se encuentran los menores para que la situación no empeore.
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Esperan que las reforzadas maniobras de drenaje puedan reducir el nivel de agua en una zona donde sigue llegando al techo o está apenas un poco por debajo. La idea es lograr espacio suficiente para una cabeza y que los chicos no tengan que depender de los aparatos de buceo durante mucho tiempo y puedan mantener la cabeza fuera del agua.
