Washington D.C.– La comisionada residente, Jenniffer González Colón, quien radicó la semana pasada el Acta de Admisión para que Puerto Rico comience su transición hacia la estadidad, se expresó combativa en cuanto a lo que denunció como un trato discriminatorio hacia la isla “por su condición territorial”.
“Mi lucha en contra del trato discriminatorio a los residentes de Puerto Rico no se queda en el Congreso. Voy a combatir este discrimen en todos los foros en que me permitan comparecer”, expresó González, tomando como ejemplo su participación en el Panel de discusión sobre la situación de Puerto Rico, en la Convención del Partido Republicano de Florida el pasado viernes, junto al presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, así como medidas radicadas para buscar trato igual y su comparecencia como amiga de la corte en el caso de USA v. Vaello-Madero.
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El tribunal federal atiende el caso de USA v. Vaello-Madero, en el cual el gobierno federal busca el cobro de los fondos del programa Supplemental Security Income (“SSI”) recibidos por el señor Vaello después de este mudarse de Nueva York a Puerto Rico.
“Mi lucha en contra del trato discriminatorio a los residentes de Puerto Rico no se queda en el Congreso. Voy a combatir este discrimen en todos los foros en que me permitan comparecer”, expresó González
“No hay justificación moral que pueda excusar el trato discriminatorio que reciben los ciudadanos americanos que residen en Puerto Rico en torno al SSI. Una persona mayor que cotiza para el SSI es una persona extremadamente pobre y vulnerable, viva en Nueva York o viva en Puerto Rico. La necesidad es la misma sea allá o sea acá,” tronó la comisionada residente.
Según explicó en un comunicado, el programa de SSI provee ayuda a las personas más vulnerables y desaventajadas, proporcionando asistencia económica a personas ciegas, discapacitadas o ancianas que no tienen ingresos o cuyos ingresos son limitados. Aunque el SSI aplica en los 50 Estados, este no es el caso en Puerto Rico donde todavía existe el programa federal conocido como el Aid to the Aged, Blind, and Disabled (AABD), el predecesor del programa de SSI. La comisionada indicó ayuda que prove el SSI es vastamente superior a la que se puede accesar a través del AABD.
El programa SSI es financiado mediante una apropiación de fondos del Fondo General de los Estados Unidos. En contraste, el programa AABD es administrado por el Gobierno de Puerto Rico mediante un subvención del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal al cual el gobierno puertorriqueño debe hacer una aportación de pareo del 25%.
Para el 2010, la subvención a Puerto Rico para el programa de AABD fue de aproximadamente $35 millones. Por el contrario, el estado más pobre de Estados Unidos, con casi 1 millón menos residentes, recibió más de $740 millones en fondos de SSI, aproximadamente 21 veces más que Puerto Rico. Esto se traduce en entre $400 y $600 mensuales recibidos por los beneficiarios de SSI en los estados mientras que los beneficiarios de AABD en Puerto Rico reciben un promedio de apenas $70 al mes.
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