El secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Carlos Contreras Aponte, le dio un plazo de 48 horas a GILA y Metropistas para que resuelvan los problemas técnicos y procesales denunciados por la ciudadanía sobre aparentes irregularidades en el proceso de registro, cobro y multas por concepto del uso del sistema de AutoExpreso.
El funcionario informó que enviará una comunicación escrita a los directivos de ambas compañías, dejando claro que no tolerará más excusas, y que, “de no tomarse medidas correctivas inmediatas, habrá serias consecuencias”.
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“No es un secreto que desde que GILA entró en funciones, tras ser contratada por la pasada administración, en el año 2015, han aumentado dramáticamente las quejas por errores en el sistema de AutoExpreso, con multas adjudicadas incorrectamente a miles de conductores, y un deficiente sistema para atender los reclamos”, sostuvo Contreras Aponte.
Añadió que “ahora tenemos una información adicional: un grave problema de comunicación entre los sistemas de GILA y Metropistas que provoca que, a diferencia de las transacciones que se realizan en los peajes de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), entre un 10 y 15% de las que se realizan en los peajes de Metropistas pueden tardar entre media hora y cuatro horas en registrarse”.
A su juicio, “ese retraso podría provocar que, en ocasiones, los conductores no se enteren a tiempo de que no tienen balance suficiente para continuar usando los peajes, exponiéndose así a multas por pasar con fondos insuficientes”.
“Esta situación es total y absolutamente inaceptable, y tanto Metropistas como GILA tienen que resolverla inmediatamente. De lo contrario, utilizaré todas las herramientas que me provean ambos contratos, y aplicaré las más altas sanciones a ambas compañías”, aseguró.
Recordó que cuando Metropistas asumió la administración de los peajes de la carretera PR-22, heredó el sistema de lectura de sellos electrónicos que utiliza la Autoridad de Carreteras y Transportación. Ese sistema nunca generó controversias, pues el margen de error en lecturas de sellos de AutoExpreso era mínimo.
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“Sin embargo, una vez Metropistas incorporó el sistema de pórticos, les instaló otro sistema de lectura de sellos que, desde entonces, ha reflejado un margen de error sustancialmente mayor. Por tanto, entre nuestras exigencias hemos incluido que Metropistas tome las medidas inmediatas para calibrar, remplazar o modificar su sistema para que vuelva a ser confiable”, explicó Contreras.
Aparte, el funcionario informó que la auditoría para evaluar de forma exhaustiva las ejecutorias de GILA, que administra el sistema de AutoExpreso para el cobro de peajes bajo la ACT y Metropistas, está proyectada para finalizar esta semana.
“Durante varias semanas, nuestros auditores han estado conduciendo una investigación en las oficinas de GILA, según ordenamos, de cuyos resultados se determinará si se le cancela o no el contrato, que vence en el 2019”, agregó.
Explicó que aunque esa determinación, según lo estipulado en el contrato firmado en 2015, requiere que haya consenso entre Metropistas y la Autoridad de Carreteras y Transportación, “si los resultados de la auditoría son adversos en términos del cumplimiento de sus deberes y lo que debe ser el servicio transparente y justo para el pueblo, confío en que lo lograremos”.
Finalmente, Contreras Aponte informó que citará a los representantes de GILA y Metropistas para que “al concluirse el plazo de 48 horas, nos informen las acciones que tomaron y que, en lugar de excusas, nos muestren resultados. De lo contrario, insisto, habrá consecuencias”.