Victoria Cilliers se salvó de milagro. Pocos creían cuando llegaron al lugar del “accidente” que la fisioterapeuta del ejército pudiera estar viva tras caer desde 4.000 pies de altura luego de que el paracaídas principal como el de reserva no se abrieran.
La mujer de 42 años tuvo la “suerte” de caer en un campo que había sido arado recientemente y sufrió “lesiones en la columna vertebral, se rompió la pierna, la clavícula y varias costillas”, indica The Sun.
PUBLICIDAD
Los investigadores que llegaron para determinar las causas del “accidente” de inmediato se dieron cuenta de que algo andaba muy mal, ya que “faltaban dos piezas vitales de equipo” y que esto implicaba que irremediablemente el “paracaídas de reserva fallaría”.
Además, Victoria era una experimentada instructora de paracaidismo que contaba con más de 2.600 saltos y que nunca había tenido problemas.
Los antecedentes apuntaron a Emile Cilliers, el esposo de Victoria, con quien había contraído matrimonio en el año 2011, pero con el que comenzó a tener problemas al poco tiempo.
Según The Guardian, el 2014, cuando Victoria estaba embarazada de su segundo hijo (el primero con Emile), el sujeto conoció a Stefanie Goller a través de Tinder, le dijo que se estaba separando y que el bebé que esperaba su esposa no era suyo.
Además, el hombre comenzó a tener sexo con prostitutas y retomó la relación con su ex esposa Carly.
PUBLICIDAD
Emile mantenía un costoso estilo de vida y por eso planeó el asesinato de su esposa. Victoria tenía un seguro de vida de 160 mil dólares y él era el beneficiario, por lo que una vez que se “comprobara” que la muerte había sido un accidente, pensaba pagar sus deudas y huir con su amante.
La policía descubrió que una semana antes del “accidente” el sujeto había tratado de matar a Victoria abriendo las llaves del gas, con el fin de que se produjera una explosión en la casa mientras él se encontraba en el trabajo.
Tras fallar el primer plan, Emile le preguntó a Victoria si quería realizar un salto, luego de que la mujer pasara varios meses alejada de su profesión debido al embarazo y posterior nacimiento de su hijo.
Victoria confesó que “no habló con nadie” antes del salto, que estaba “cansada, pero emocionada” y que se había puesto el casco, los lentes y simplemente había bajado la cabeza para saltar. “Recuerdo que el piloto me sonrió cuando salí”, apuntó.
La mujer aseguró que trató varias veces de que el paracaídas se desplegara, y que luego de que no funcionara “no podía imaginar cómo frenarlo. Se volvía más y más rápido. La velocidad era irreal. Lo último que recuerdo es tratar de lograr algún tipo de control y luego todo se volvió negro”.
Cuando despertó en el hospital al primero que vio fue a Emile, el que permaneció junto a ella largas horas, durante las cuales se mandó cientos de mensajes de texto con su amante Stefanie Goller.
Tras la recuperación, la investigación determinó que el paracaídas había sido rentado por su esposo el día anterior a que ella saltara, que su marido lo había saboteado durante la noche y que antes de dejar el lugar lo había guardado en el casillero del que Victoria tenía que sacarlo antes del vuelo.
Finalmente, este jueves, un tribunal de Winchester encontró culpable a Emile de dos cargos de intento de asesinato y de daño criminal y se espera que pronto anuncie la fecha en la que se leerá la sentencia.