El gobernador Ricardo Rosselló está reunido con el liderato legislativo del Partido Nuevo Progresista en busca de apoyo para el acuerdo con la Junta de Control Fiscal, que propone la derogación de la Ley 80 a cambio de mantener los beneficios marginales de los trabajadores.
“Ahora vamos a estar discutiendo lo que conlleva el acuerdo que entendemos es de gran beneficio para el pueblo de Puerto Rico”, soltó el ejecutivo una vez entró a la casa de las leyes.
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Mientras, agregó: “Espero que apoyen esta iniciativa porque son los sectores más vulnerables los que se benefician, es el desarrollo económico y estabilidad para nuestra sociedad”.
Anoche, a través de un comunicado de prensa, la Fortaleza anunció que luego de los diálogos entre el ejecutivo y el ente creado por la Ley congresional Promesa, pactaron mantener inalterados los días de enfermedad, vacaciones y el bono de Navidad de los empleados públicos y privados.
En la mañana de hoy, sin embargo, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz indicó desconocer el acuerdo y estableció que la cámara alta no apoya la eliminación de la legislación que protege a los empleados de despidos injusticados.
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