Tras varias horas de vuelo, los tres estadounidenses recientemente liberados por Corea del Norte finalmente hicieron su arribo a la base aérea de Andrews, cerca de Washington, donde fueron recibidos por el presidente Donald Trump y por la primera dama, Melania.
El mandatario declaró que era “un gran honor” recibir a los liberados y dijo que su regreso es una señal prometedora de cara a su objetivo de desnuclearizar la península de Corea.
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Al mandatario y la primera dama, Melania, subieron a bordo de la aeronave en la que viajaban los tres hombres, en la base área de Andrews, cerca de Washington.
Junto a los tres hombres, Trump dio las gracias al líder norcoreano Kim Jong-un y señaló que cree que este quiere alcanzar un acuerdo para la deshacerse de las armas nucleares en la región. “Realmente pienso que quiere hacer algo”, señaló.
Trump y su esposa subieron al avión médico que trasladó a los liberados para mantener un encuentro privado con ellos antes de aparecer juntos en las escaleras de la aeronave.
“Esta es una noche especial para estas tres grandes personas”, declaró el mandatario a los reporteros, parado sobre la pista. “Estamos comenzando con buen pie”, dijo sobre la relación entre Washington y Pyongyang.
Kim Dong Chul, Kim Hak Song y Tony Kim, los tres exdetenidos, lucían cansados pero animados, haciendo el signo de la paz con los dedos al salir del avión. A través de un traductor, dijeron que la situación era “como un sueño” y que estaban “muy, muy felices” de volver a ser libres.
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“Queremos expresar nuestra profunda gratitud hacia el gobierno de Estados Unidos, el presidente Trump, el secretario Pompeo y el pueblo estadounidense por traernos de vuelta a casa”, afirmaron en un comunicado. “Damos gracias a Dios y a todas la familias y amigos que han rezado por nosotros y por nuestro retorno. Que Dios bendiga a Estados Unidos, la mejor nación del mundo”.
A su salida de la aeronave, los soldados que estaban sobre la pista comenzaron a aplaudirles y a vitorearlos.
Tras la breve recepción, los hombres subieron a un autobús del Centro Médico Militar Nacional de Walter Reed. La Casa Blanca había explicado que serían examinados y recibirían tratamiento médico en un centro del área de Washington, antes de regresar con sus familias.
El recién juramentado secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró la liberación de los tres estadounidenses tras reunirse con Kim Jong-un en Pyongyang, abordando así los últimos detalles de la esperada cumbre entre el líder norcoreano y Trump, misma que está pactada para celebrarse en las próximas semanas.
Según analistas, la liberación da una muy necesaria victoria diplomática a Trump y elimina el último gran obstáculo para su histórico encuentro con Kim.
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*Con información de AFP y AP
