Puerto Rico podría contar el año próximo con sólo 16 de los 29 vertederos para el depósito de residuos sólidos dado a que operan en incumplimiento y ya tienen órdenes de cierre.
El vertedero que ubica en Santa Isabel sería uno de los primeros en cerrar luego que la Administradora Regional Interina de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), Catherine McCabe, ordenó el cese de las operaciones en el basurero municipal para julio de 2019.
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El cierre del vertedero supone un impacto directo al manejo de depósitos en la isla donde el ciudadano promedio genera aproximadamente cuatro libras de basura al día, según un estudio realizado por la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS) en el 2008.
Para Jessica Seiglie, Directora Ejecutiva y fundadora de la organización Basura Cero, esa cifra pudo haber cambiado ya que habrá que poner en perspectiva el éxodo de puertorriqueños a Estados Unidos y el impacto del huracán María el pasado mes de septiembre.
“Luego del huracán María esa cifra podría haber aumentado por la entrada de alimentos enlatados y agua embotellada”, contó Seiglie a Metro.
La ambientalista subraya que la falta de educación y orientación sobre el tema de reducción de desperdicios sólidos figura entre las razones principales para que la EPA certifique que 19 vertederos operan en incumplimiento, de los cuales 13 ya cuentan con órdenes de cierre.
“Tanto los envases desechables fabricados en poliestireno expandido o ’foam’ como los vasos y utensilios plásticos no son reciclables. Mucha gente desconoce eso y se pasa por desapercibido que el único plástico que puede ser reciclado es el tipo 1 y 2”, comentó la defensora del medio ambiente.
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Algunos tips para reducir, reusar y reciclar
- Reducir: No comprar artículos desechables como lo son los platos, cubiertos y servilletas
- Reutilizar: donar la ropa, muebles y artículos
- Reciclar: Dividir los residuos orgánicos de los inorgánicos
Por tal razón, Seiglie indica que más allá del reciclaje, el tema del manejo de basura debería estar enfocado en la reducción de desperdicios sólidos en el hogar.
El primer paso que debe hacer una familia que busca insertarse al reciclaje es reducir la basura que genera diariamente. Para esto, Seiglie sugiere mirar la basura que está llegando a su zafacón y luego segmentarla.
“En el caso del agua embotellada, en vez de comprar las botellas al por mayor, mejor compre un filtro de agua y utilice un envase más duradero para tomar agua”, planteó.
Además, estudios apuntan que la mayoría de los plásticos con los que se fabrican las botellas de agua tienen componentes que podrían ser dañinos para la salud.
La compra de frutas en su estado natural, no empacadas en plástico ni congeladas, también promueven la sostenibilidad del medio ambiente.
“De esta forma la basura que generamos son cáscaras y sobras de comida. O sea, estaríamos trabajando con desperdicios orgánicos que pueden ser 100% reciclables ya que serían utilizados para composta”, sugirió.
Otra práctica que beneficiará al ambiente es utilizar toallas y servilletas de tela en vez de las de papel al igual que comprar productos de higiene personal sin plástico y contenedores desechables.
Seiglie admite que estas propuestas conllevan un cambio en el estilo de vida por lo que recomienda realizar la transición gradualmente. “Al fin y al cabo todos ganamos porque habrá un ahorro económicamente y estaremos viviendo en armonía con el medio ambiente”.