MANAGUA (AP) — Tres días consecutivos de protestas en Nicaragua tras el anuncio de controversiales reformas al Seguro Social sumaron el viernes un quinto muerto y decenas de heridos y detenidos en un ambiente caótico frente al que organismos internacionales han mostrado preocupación y han llamado al gobierno de Daniel Ortega a respetar las voces de la población.
Durante la jornada murieron al menos dos universitarios por balas disparadas por fuerzas antimotines en el Centro de Managua. Las imágenes fueron divulgadas por algunos medios de comunicación y redes sociales. Estos fallecidos se suman a otros tres que se registraron el jueves, entre ellos un oficial de policía.
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Los disturbios han provocado conmoción porque se dan luego de varios años en los que la población ha sido testigo de acusaciones de fraudes electorales y violaciones de la ley de parte del gobierno. Sin embargo, no se habían desatado muestras de descontento tan violentas como hasta ahora.
“Esto es el desahogo de una serie de molestias que viene acumulando la población y el Seguro Social es la gota que derramó el vaso”, dijo a The Associated Press el sociólogo y catedrático Melvin Sotelo.
Las reformas han sido criticadas por todos los sectores económicos, tanto empresariales como expertos, quienes afirman que las mismas, lejos de evitar la quiebra del seguro social, traerán desempleo e informalidad
La violencia en las calles de Managua, León, Matagalpa, Estelí, Masaya, Granada y Carazo provocó que la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitiera el viernes un comunicado donde expresó su preocupación sobre la situación. “El Estado nicaragüense debe cumplir sus obligaciones internacionales para garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y a la libertad de reunión pacífica y asociación”, dice el documento.
A esto se sumó un pronunciamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA): “La Secretaría General reconoce el legítimo derecho a la protesta pacífica, así como la libertad de expresión en el marco del Estado de Derecho”.
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El Gobierno de Nicaragua ha respondido a las protestas con agresiones de parte de grupos de la Juventud Sandinista y de las fuerzas antimotines de la Policía Nacional, aunque la represión no ha logrado desanimar a los manifestantes. La población les ha dado apoyo con víveres, pero la policía decomisó los suministros deteniendo vehículos en diferentes partes del país. Los uniformados incluso invadieron los campos de la Catedral de Managua, que ha estado reuniendo ayuda para los manifestantes.
Cerca de ahí, jóvenes reaccionaron quemando uno de los denominados “Arboles de la vida”, que han sido instalados por la administración sandinista municipal de Managua en diferentes avenidas.
La crisis provocó que el gobierno censurara el jueves la señal de cinco medios de comunicación independientes –es decir, que son privados y no están bajo control estatal– que transmitían los eventos violentos. Al caer la noche del jueves, cuatro de los cinco habían vuelto al aire, menos 100%Noticias o Canal 63 en cable, que seguía fuera del aire el viernes.
Las nuevas medidas establecen que el pago que realizan los trabajadores al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) pasa de 6,25% a 7 % a partir del 1 de julio próximo. Desde esa misma fecha, la cuota de la patronal pasará del 19% al 21 %, y subirá 1 punto porcentual más a partir del 1 de enero de 2019 y 0,5 puntos porcentuales a partir de 2020, hasta alcanzar un 22,5 %.Adicionalmente se estableció la cotización perpetua, ya que los jubilados aportarán un 5% de la pensión en concepto de cobertura de enfermedades.
La vocera del gobierno Rosario Murillo, dijo el viernes que la violencia desatada por los miembros de su partido ha sido provocada por quienes están en contra de la reforma “manipulados” por sectores políticos que quieren sacar rédito de la crisis.
El gobierno indicó que al menos 28 oficiales han sido lesionados por la violencia sin brindar datos de los detenidos ni heridos de los manifestantes contra la reforma.