La modelo argentina de 32 años, Nadinne Bruna, se sometió en el 2006 a una cirugía oftalmológica para cambiar el color de sus ojos y actualmente ha perdido el ochenta por ciento de la vista en el ojo derecho, y el cincuenta por ciento en el ojo izquierdo. El procedimiento fue realizado en Colombia, ya que en Estados Unidos, donde vive Nadinne, no esta permitido por las autoridades debido al riesgo que representa.
Una vez realizada la operación, Bruna, comenzó a presentar graves problemas de visión. El procedimiento consistió en una cirugía láser para insertar implantes de silicona en los ojos. La modelo decidió someterse a la intervención porque buscaba cambiar el color de sus ojos, de marrón avellana a gris claro. Un año mas tarde, decidió volver a Colombia para tratar los problemas de visión a la aquejaban.
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Cada vez veía más borroso a causa de la presión que causaba el implante sobre el nervio óptico. Se necesitaron dos cirugías más para ayudarla con su problema. Bruna asegura que luego de la primera operación sus ojos quedaron enrojecidos y con mucho dolor por meses.
“En septiembre, fui obligada a ir al hospital en Miami, donde los médicos dijeron que necesitaban quitar los implantes para salvar mi visión a causa de la inflamación crónica. En noviembre hice una cirugía de glaucoma de emergencia en ambos ojos. Mi daño de visión es permanente, y todavía necesito un trasplante de córnea y tengo catarata también”.
¿Por qué someterse a una cirugía tan peligrosa?
Nadinne y Danna Bruna, son unas gemelas argentinas que trabajan como modelos. Ambas son amantes de las cirugías plásticas, y han desarrollado una carrera basada en cada una las intervenciones a las que se han sometido. Instagram ha sido la plataforma que las hermanas eligieron para mostrar su estilo de vida. Ellas reciben descuentos en los procesos quirúrgicos, y además se les ha pagado por presentar prácticas medicas en sus cuentas, que suman más de un millón de seguidores.
La modelo ha hablado abiertamente sobre como aborda a los cirujanos para preguntar si estarían interesados en trabajar juntos. Colaboraciones y publicidad en sus redes sociales, son la manera de lograra estas alianzas. Uno de los especialistas abordados fue el Colombiano Eugenio Cabrera, quien realizo el proceso inicial para el cambio de color en sus ojos. El acuerdo cerró en un descuento de tres mil dólares y un post testimonial en redes sociales para hablar sobre su experiencia en la cirugía.
Definitivamente, Bruna no investigó sobre las consecuencias de este procedimiento. Fue Ranya Habash quien atendió a la argentina en Miami, quien aseguró que este tipo de cirugías pueden causar daños irreparables a los ojos.
“El problema con la inyección de una placa de silicona en el ojo es que evita el drenaje del ojo. La presión se acumula y se construye dentro del ojo, causando inflamación y dañando las estructuras. Estos procedimientos no se aprueban en los Estados Unidos porque hemos visto los daños irreparables que pueden causar”.
Los efectos secundarios y daños han sido irreparables para la modelo, quien ya no puede participar en sesiones de fotos debido al enrojecimiento de sus ojos. Antes de la cirugía sus ojos estaban cien por ciento sanos y asegura que fue un error haberlo hecho.
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“Yo gano la mayor parte de mi dinero a través de mi cuenta y no puedo hacer sesiones de fotos. He vivido de mis ahorros. Yo soy una persona muy fuerte, generalmente muy valiente e inteligente, pero con eso he sido completamente estúpida. Yo confíe en la persona equivocada”.
¿En qué terminará este problema?
El médico responsable de la primera cirugía dijo que no podía comentar nada sobre casos individuales. También negó conocer información sobre algún procedimiento posterior al que se haya sometido la modelo para reparar el daño ocasionado.
“La sra. Bruna fue nuestra paciente. Sin embargo, no conozco ningún tipo de tratamiento que se haya hecho en fechas posteriores y los resultados o diagnósticos de ellos”.
Luego de haberse sometido a este procedimiento que la dejó prácticamente ciega, Bruna, tomo medidas legales en contra de Cabrera, y ha tratado de alertar a sus seguidores en redes sociales sobre las consecuencias de este tipo de procedimientos. También lamenta que muchas personas aun no entiendan la gravedad del asunto y sigan interesadas en este tipo de cirugías.
“Es una locura, porque aunque he sido abierta sobre esta cirugía en el Instagram, la gente todavía me está preguntando dónde pueden hacerlo. No creo que las cirugías sean malas. “Yo simplemente no sabía de los riesgos y cometí un error al no hacer mi investigación”.