En un taller del sur de México, Eber mira el proceso de fabricación de una prótesis. Por su cabeza todavía rondan las dudas: ¿Se adaptará bien? ¿de qué color será? En unas semanas, este hondureño recibirá la que será su nueva pierna, gracias a un programa de ayuda a migrantes amputados por La Bestia.
Eber sufrió una grave lesión por ese tren, que cada año utilizan miles de migrantes para atravesar México rumbo a Estados Unidos, a la altura de la ciudad de Saltillo, cuando intentaba subir. “No pude sujetarme porque iba muy rápido, y caí a la vía”, relata a Efe.