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VIDEO. Multitud impiden que expresidente de Brasil se entregue a la policía

"Uno para Lula y Lula para todos", dicen miles de brasileños.

Decenas de militantes bloquearon este sábado la salida del vehículo en el que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pretendía salir de una sede sindical en las afueras de Sao Paulo, tras anunciar que se entregaría a la policía para purgar una pena de 12 años de cárcel.

Según constató la AFP, tras varios minutos de bloqueo, Lula salió del vehículo de sus abogados, rodeado por enfervorizados manifestantes que gritaban “¡No te entregues! ¡No te entregues!”, para volver al Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, donde se halla atrincherado desde el jueves.

Lula y sus acompañantes habían llegado al estacionamiento por una puerta trasera y pretendían abandonar el lugar discretamente por una puerta lateral, pero rápidamente los militantes rodearon el carro.

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Actualmente, todo el estacionamiento está cercado por los militantes, muchos de los cuales visten camisetas rojas del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

Se ignora hasta el momento si Lula pretende entregarse en la Policía Federal de Sao Paulo o ir hasta el aeropuerto de Congonhas para ser trasladado a Curitiba (sur), donde empezará a cumplir su pena de cárcel por corrupción y lavado de dinero.

A favor y en contra

Lula “fue el mejor presidente de Brasil, hizo una revolución social, su prisión es injusta e ilegal”, dijo a la AFP Eunice Campos, una psicopedagoga de 60 años.

Un manifestante que vestía una remera identificada con un grupo de “derecha de Curitiba” se introdujo en la masa de camisetas rojas de los partidarios de Lula; fue rápidamente rodeado por los partidarios del exmandatario, que “lo invitaron a retirarse”, bajo un enjambre de cámaras de televisión.

“No sé por qué me insultan”, decía, asegurando estar movido por “intenciones pacíficas”, mientras era tratado de “golpista” y “fascista”.

Hacia media tarde, empezaron a mostrarse los adversarios de Lula.

“Estamos aquí para mostrar que no queremos más impunidad. El pueblo despertó”, dijo Thais Taques, una recepcionista de 33 años.

“Lula se burla del pueblo. Fueron muchos años de corrupción, Y miren cómo están la seguridad pública, la salud, la educación”, agregó la mujer, que vestía una camiseta con la imagen del diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, candidato a las elecciones presidenciales de octubre.

Lula será alojado en una celda especial de la PF, de unos 15 metros cuadrados, con baño privado.

La sala es “bastante humanizada, bastante tranquila, un ambiente agradable, pero nada especial”, refirió Jorge Chastalo, jefe del equipo de custodia de la sede policial.

Lula tendrá derecho a una visita semanal de familiares cercanos y durante dos horas al día podrá tomar “baños de sol”, es decir, recreos al aire libre.

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