“Dialogamos de varios puntos, específicamente de como pudiera operar este recinto, las carreras especializadas que podrían brindar. También presentamos iniciativas para aumentar la matrícula y generar mayor captación de los recursos. Discutimos posibilidades de consolidar algunas funciones administrativas, pero siempre con el norte de que el recinto quede abierto. No hay otra posición”, señaló Quiñonez Irizarry. También se expuso la necesidad de proveer las mayores herramientas posibles para continuar ofreciendo los cursos especializados en agricultura con los que cuenta el campus de la montaña.
El encuentro se debe a que la UPR en Utuado está en riesgo debido al proyecto de consolidación de recintos presentado en el Plan Fiscal aprobado por la JG en respuesta a la petición de la Junta de Control Fiscal (JCF). Este proyecto estipula reducir los 11 campus a 5 conglomerados especializados: Río Piedras enfatizado en ciencias y educación; el conglomerado oeste con énfasis en ingeniería y aeronáutica; el campus de Ciencias Médicas que continuaría especializado en ciencias de la salud e investigación; el conglomerado noreste que estará especializado en ciencias de la comunicación y cómputos; el conglomerado sureste que tendrá énfasis en administración de empresas y ciencias naturales.
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Así se justificaría la consolidación administrativa y académica y otras consideraciones como la reducción o eliminación de programas, de exenciones de matrícula y de profesores sin plaza. El legislador por el Distrito 22 sostiene que darán la batalla para que la UPR en Utuado permanezca abierta, y ha recalcado la importancia de esa institución para el pueblo de Utuado, así como de municipios aledaños.
Estas medidas, junto con el aumento drástico de cuotas de matrícula y servicios al estudiante, impactaría grande e históricamente a todo el sistema de la Universidad de Puerto Rico y determinaría su rumbo en los años próximos.