“Son piezas que se rehusan a meterse dentro de lo establecido como bello, sexy o lindo”, afirmaba la crítica de moda Judith Thurman sobre las piezas “Ugly-chic” en 2012. Cinco años antes, Prada revivía la tendencia con looks totalmente nerds, pero luego se trasladó a piezas controversiales, que causan fascinación y repulsión al mismo tiempo y, que en la era de Instagram, producen réditos para las marcas y atracción inmediata para quienes las ven. De hecho, estas piezas han alcanzado tanta popularidad (se las ponen los famosos más osados), que incluso ya hay una cuenta para ellas: @crimesagainstshoemanity (parafraseando a Crímenes contra la Humanidad, pero con zapatos), que ya tiene 15 mil seguidores y muestra todas las excentricidades de los creativos. Pero, ¿por qué tienen tanta aceptación?
PUBLICIDAD
“Si como diseñador lanzas un meme, la gente lo comparte. Lo que vuelve exponencial la atención y el resto de la colección se ve beneficiada. Eso es lo mismo que está detrás de las pinturas al óleo de Gucci, sus cabezas cortadas en pasarela, etc. Posicionar en la mente un producto, que sirve como insignia y activa la compra del resto de la producción. Habrá gente –poca– que los compre y una gran masa que les dará like y los compartirá y los volverá ‘conversation piece’. Las marcas primero subirán memes a Instagram y luego conceptos visuales puros. Se rigen más por las reglas del primero y no por las reglas del estilo”, explica a Metro el fundador de la agencia Latam de tendencias Trendo.mx , Gustavo Prado. Y, como estos objetos son altamente controversiales y la belleza está en el ojo de quien la ve, estas son las piezas virales más famosas.
Crocs (Christopher Kane, 2016)
El diseñador británico fue el primero en ponerlos en pasarela con diseños minerales, peluches y borlas, que vendió desde los 300 dólares y que increíblemente, se agotaron en su página web y en la de los famosos zapatos. “Pueden ser percibidos como ‘feos’ por algunos, pero tienen un aire infantil e ingenuo que especialmente aprecio”, explicó el diseñador en su página web.
Zapatos ortopédicos (Christopher Kane, 2018)
Kane dejó los Crocs a un lado y se concentró en los zapatos ortopédicos, a los que les añadió un tacón agudo con amortiguadores y también incrustaciones de cristales para Otoño /Invierno 2018. El diseñador colaboró con la marca de zapatos ortopédicos Z-Coil para este propósito y así crear unos zapatos “confort”.
PUBLICIDAD
Chancletas (flip flops) de tacón (Rihhanna x Fenty x Puma, 2017)
Para Primavera/Verano en esta temporada, Rihanna mostró en la Semana de la Moda de Nueva York chancletas con zapatos de tacón y con el sello Puma. Esta pieza causó miles de reacciones controversiales en redes sociales. Pero como reza una cita popular en Internet: “nada es feo hasta que Rihanna diga que no lo es”. Las piezas se agotaron.
Crocs de plataforma (Balenciaga, 2017)
También se agotaron, para el horror y estupor de muchos internautas. ¿Su precio? 992 dólares. Demna Gvasalia, creador de Vetements, se encargó de darles una plataforma de 10 centímetros y pines personalizados a una pieza que, como muchas de su línea creativa, rompe con moldes estéticos e inserta la cotidianidad retro en el lujo.
Triple S Trainers (Balenciaga, 2017)
Los tenis grandes, casi como naves espaciales, de los años 90 y 2000, los rescató Demna Gvasalia para Primavera/Verano 2018 y muchos sitios lo llaman “los zapatos más polarizantes de la temporada”. De hecho, muchos usuarios han expresado en video y en redes lo “feos e imprácticos” que son. Cuestan también 992 dólares y ya no hay existencias en canales oficiales de venta. Ya hay reventas de 1300 dólares y en Instagram el hashtag #triples ya tiene más de 400 mil menciones.
Zapato/media de charol (Gucci, 2017)
También causaron –como era previsible– shock y estupor en redes sociales como Twitter y asimismo, sus existencias volaron rápidamente. Están hechos de plástico y vienen con “medias” incorporadas. Costaban 1200 dólares y los vendía la tienda de departamentos Nordstrom. Y, de hecho, aparte de ventas, fueron un fenómeno viral, exactamente en lo que es especialista Gucci ahora.
Bolso de brasier (Helmut Lang, 2017)
Se puede llevar en el pecho, obviamente, sobre la ropa. Fueron diseñados por Shayne Oliver, quien es el director creativo de la marca Hood by Air. Se vende en 655 dólares y todavía puede adquirirse en negro.
¿Por qué fascina lo “feo”? una explicación psicológica
Carolyn Mair, PhD, profesora de Psicología de la Moda, London College of Fashion
¿Por qué tanta gente está fascinada por las piezas “ugly-chic” a pesar de que las consideran “feas”?
–Los zapatos feos atraen la atención porque son diferentes y hace que sean fascinantes. En el orden de funcionar eficientemente, los humanos categorizan objetos. Una vez que los objetos o personas son categorizadas, se necesita menos esfuerzo cognitivo para procesar información sobre los mismos y no necesitamos prestarles menos atención. Esto libera el esfuerzo cognitivo para procesar tareas más difíciles, incluido el entender objetos inusuales. Los zapatos feos caen en esta categoría. Pueden ser considerados poco complacientes estéticamente para algunos, pero esto es lo que los hace atractivos para otros. Adicionalmente, los zapatos “feos” pueden ser confortables y tienen un valor utilitario, mientras atraen la atención sobre la persona que los está usando. Es obvio que también atraerá a aquellos que usan la moda para atraer la atención de los demás. Lucir algo distinto que llama la atención puede ser tomado como un riesgo, lo que será percibido también como algo excitante, aventurero y divertido. Y algunas personas simplemente aman seguir la moda si ellos ven a sus celebridades o influencers favoritos usarlos.
¿Cómo cree que el término “feo” funciona en la industria de la moda?
–La moda, como el arte, ama provocar, por lo que la palabra “feo”, no es un accidente. Crea conversación. Aunque en la superficie la palabra “feo” tiene connotaciones negativas, se une confortablemente con otra palabra popular en la moda, “disrupción”. En ese sentido, los zapatos “feos” son disruptivos en la moda y hacen que los consumidores cuestionen sus estándares de gusto y sensibilidad. Exploro más estas ideas en mi nuevo libro, “La psicología de la moda”.
Pueden explorar a profundidad el trabajo y los postulados de Carolyn Mair en psychology.fashion.
TE COMPARTIMOS EN VIDEO