WASHINGTON (AP) — Omarosa Manigault Newman pronosticó una vez que “cada crítico y cada detractor tendrá que inclinarse ante el presidente Trump”. La pregunta ahora es si esa opinión de la excolaboradora y concursante del programa de televisión “Apprentice” es igualmente válida para ella.
En un reality show en el que trabaja desde que renunció al equipo presidencial, Manigault Newman se deshizo en críticas de su viejo amigo Donald Trump y sus antiguos colegas de la Casa Blanca, para poner a prueba la idea ampliamente difundida de que casi nadie que haya formado parte de la órbita de Trump logra escapar de ella.
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Manigault Newman dijo que era “perseguida” a diario por los tuits de Trump y “atacada” por sus colegas cuando trataba de intervenir. Dijo que Trump acostumbra tuitear por la mañana, en ropa interior. Comparó su partida de la Casa Blanca con haber sido liberada de una plantación, alusión al hecho de que fue la única integrante negra del personal superior de la presidencia.
Dijo que al país no le irá bien con Trump e insinuó que podría escribir un libro.
La antipatía parece ser mutua.
Trump, quien llamó a Manigault Newman una “buena persona” después de su renuncia, se refirió a ella como “lo peor” en una cena en la que el presidente lanzó pullas contra amigos y enemigos por igual.
Con respecto al vicepresidente Mike Pence, dijo que es aún más extremo que Trump. “Todos los que quieren que haya un juicio político harían bien en pensarlo mejor”, dijo. “Rogaríamos que regresara Trump si Pence fuera presidente. Es extremo. Yo soy cristiana y amo a Jesús, pero él cree que Jesús le dice lo que debe decir”.