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Sin facilidades "dignas" la Escuela de Comunicación de la UPR

La falta de una respuesta apropiada por parte de la administración del Recinto de Río Piedras de la UPR pone en peligro la indispensable acreditación de la Escuela

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La facultad de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) denunció hoy la falta de instalaciones adecuadas y seguras para impartir sus cursos y atender las necesidades de su comunidad, así como exigió, a la alta gerencia universitaria, que consulte con los docentes las decisiones futuras sobre la unidad académica.

Desde que se reanudaron las clases el pasado 30 de octubre, la Escuela no cuenta con suficientes salones de clases y equipo; los cursos se ofrecen en diferentes lugares del recinto; y el profesorado no tiene oficinas para atender a sus estudiantes. El edificio que albergaba la unidad fue clausurado debido a los daños que sufrió a consecuencia del huracán María el 20 de septiembre.

“Por la falta de instalaciones, la facultad, los estudiantes y el personal administrativo de la Escuela se vieron obligados a estar dispersos en distintas instalaciones del recinto, ocasionando el desmembramiento de la comunidad y de los quehaceres académicos”, dijo la doctora Lourdes Lugo-Ortiz, portavoz de los docentes y coordinadora de la concentración en Información y Periodismo.

El profesorado sostuvo que las acciones tomadas por la institución no responden a las necesidades básicas para atender a su comunidad, compuesta de 551 estudiantes, 34 profesores (18 de ellos de plantilla regular) y cinco empleados administrativos.

“Exigimos instalaciones adecuadas, dignas y seguras. También, reclamamos información y participación en la toma de decisiones sobre nuestra Escuela”, afirmó la doctora Lourdes Lugo-Ortiz, portavoz de los docentes de la Escuela de Comunicación.

“Aunque algunas oficinas de la Escuela fueron relocalizadas en Plaza Universitaria, los pocos espacios asignados en dicho edificio mantienen hacinada a toda la comunidad, incluyendo al estudiantado y al personal no docente”, argumentó la doctora  Lugo-Ortiz.

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La facultad señaló que la alta gerencia universitaria no ha reasignado eficazmente los espacios en Plaza Universitaria —en proporción al uso y necesidad— para albergar la Escuela, tal y como solicitaron en una resolución el pasado 8 de diciembre.

De acuerdo a la catedrática, la solicitud se hizo bajo la premisa de que los espacios en Plaza Universitaria están “subutilizados”.

El documento, aprobado por unanimidad por los docentes, fue dirigido y entregado al rector interino de Río Piedras, Luis A. Ferrao Delgado; al presidente interino de la UPR, Darrel Hillman Barrera; y a la Junta de Gobierno del sistema universitario.

Sobre los espacios asignados, el doctor Luis A. Ferrao Delgado, rector interino del Recinto de Río Piedras de la UPR, respondió que “nos vimos obligados a identificar una sede alterna temporera en Plaza Universitaria como el mejor espacio disponible”.

En declaraciones escritas, aseveró además que “estamos al tanto de los reclamos de los profesores y de las necesidades mínimas que se deben satisfacer para que puedan cumplir con sus responsabilidades académicas de la manera más adecuada posible ”.

A la denuncia también se unió la comunidad estudiantil de la Escuela de Comunicación, que demandó “acción” por parte de la administración universitaria. El presidente del Consejo de Estudiantes de la Escuela, Jeriel Cuadrado Cosme, describió como “atropellante” la situación que vive y enfrenta COPU.

“Es difícil para los estudiantes no tener un sitio que llamen suyo, un buen lugar que llamen ’esta es mi casa, esto es COPU’”, apuntó. “La respuesta de la administración universitaria es básicamente siempre la misma, se va a manejar esta situación esta situación, pero no se ve acción”, añadió el estudiante de cuarto año, en declaraciones a Metro.

En peligro la acreditación de COPU

De no contar con las instalaciones adecuadas, los docentes aseguran que la Escuela corre el riesgo de perder la acreditación de la Accrediting Council on Education in Journalism and Mass Communications (ACEJMC), que visitará la unidad en 2019. De hecho, esa visita estaba pautada inicialmente para el pasado mes de febrero de 2018, pero ante la situación suscitada tras el paso del huracán, la agencia acreditadora respondió de manera positiva a una petición para posponer la evaluación.

“Acreditar un programa significa cumplir con unas normativas y unos criterios de excelencia. Hay criterios para distintas dimensiones de lo que es la vida académica pero también administrativa de una unidad”, apuntó el doctor Rubén Ramírez, coordinador de estudios graduados de la Escuela de Comunicación, a cargo de todo el informe y gestiones relacionadas con la reacreditación, al tiempo que explicó que la acreditación garantiza “que el programa está a la par con los mejores programas a nivel internacional”.

La Escuela de Comunicación de la UPR logró en el 2012 convertirse en la primera institución en Puerto Rico en lograr dicha acreditación, cumpliendo con rigurosos estándares de excelencia que la sitúan dentro de un exclusivo grupo a nivel mundial. Cada seis años todas las unidades acreditadas por la ACEJMC en Estados Unidos yen el exterior deben reacreditarse. El turno de COPU era precisamente este año. Aunque se logró posponer, la Escuela deberá entregar en octubre un borrador del informe de autoestudio.

“En el momento en el que nos retiren una acreditación, que yo espero que esto no suceda, hay un mensaje implícito con ello”, expresó la profesora Lugo-Ortiz.

“Todos los programas acreditados deben pasar por un proceso de reacreditación para afirmar que efectivamente se cumple con esos estándares de calidad”, indicó el catedrático.

“El que estemos acreditados dice que nuestro profesorado investiga, publica con un nivel particular, hace labor creativa y produce labor creativa; que los cursos corresponden a lo que está pasando en los medios de comunicación en términos de currículo, es una señal de que cumplimos con un nivel de excelencia. En el momento en el que nos retiren una acreditación, que yo espero que esto no suceda, hay un mensaje implícito con ello”, expresó, por su parte, la profesora Lugo-Ortiz.

En sus 45 años de existencia, la unidad académica no ha contado con unas instalaciones físicas permanentes cónsonas con su misión y aportación a la formación de los comunicadores de este país, quienes se desempeñan exitosamente tanto en la industria como en la academia y la investigación.

Esta es la segunda ocasión que la Escuela pierde sus instalaciones por un fenómeno atmosférico. En 1998, el huracán Georges destruyó el edificio de la unidad. En aquella ocasión, el costo de la reconstrucción del edificio superó los $500 mil, indicó el doctor Jorge Santiago Pintor, director de la Escuela.

Los universitarios entienden que la Escuela amerita la construcción de un nuevo edificio. Sin embargo, conscientes de las limitaciones fiscales que enfrenta la Universidad, reclaman que se ubique a la Escuela en espacios adecuados y dignos, que la alta gerencia universitaria les provea información actualizada del estado de la instalación afectada por el huracán y participación en la toma de decisiones sobre el futuro de la edificación. Aseguraron que la alta administración ha tomado medidas sobre la vieja estructura sin consultar con la comunidad de la Escuela.

La facultad en pleno presentará, por segunda ocasión, sus reclamos ante el rector riopedrense en una reunión pautada para mañana, miércoles 21 de marzo, a las 3:00 de la tarde. Dicho encuentro ya ha sido pospuesto en el pasado por la administración universitaria, aunque esta vez, en declaraciones escritas el rector interino confirmó la reunión. La administración, además, confirmó a Metro que el costo de daños a la Escuela de Comunicación asciende a $650 mil.

La comunidad de exalumnos de COPU también se unió al reclamo e hizo pública una petición de firmas en la que exigen una nueva sede para la Escuela.

“Reclamamos que nuestra ’alma mater’ tenga una sede adecuada, que acoja a la comunidad universitaria y, especialmente, a los futuros egresados de COPU”, lee la petición.

Situación insostenible para los profesores 

La profesora Lugo-Ortiz señaló, además, la dificultad que representa no contar con espacios particulares de oficina para atender debidamente a los estudiantes y cumplir con aspectos esenciales en al docencia académica. “Es una situación que vivimos todos los profesores”, reiteró. La portavoz explicó que la administración universitaria habilitó un salón con mesas y sillas para todos los profesores de la Escuela en Plaza Universitaria, sin ningún tipo de privacidad y donde la silla es ocupada por “el primero que llegue”.

“No hay privacidad en las conversaciones con los estudiantes. Muchas veces tenemos que hablar asuntos relacionados con las notas y asuntos privados que la instalación en si misma no provee para eso”, relató a Metro las dificultades que vive el profesorado de la Escuela todos días. “El que no haya espacios privados tampoco facilita la investigación y la tarea de redacción y de trabajo intelectual dentro de la universidad”, sostuvo. Los profesores tampoco cuentan con un espacio adecuado para archivar o guardar documentos académicos y trabajos de los estudiantes.

“Al no tener oficinas particulares tengo prácticamente todos los trabajos de mis estudiantes en el baúl (de su auto), yo ando con mi oficina de forma ambulante porque no hay lugar donde uno pueda dejar los materiales”, indicó.

“Exigimos instalaciones adecuadas, dignas y seguras. También, reclamamos información y participación en la toma de decisiones sobre nuestra Escuela”, concluyó la portavoz de la facultad de la Escuela.

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