El senador independiente José ’Chaco’ Vargas Vidot presentó esta semana el Proyecto del Senado 852 que persigue un aumento del salario mínimo en Puerto Rico mediante una junta evaluadora que decretaría cuál sería el dinero que se cobraría por industrias y zonas geográficas.
La propuesta de Vargas Vidot busca asegurar que los puertorriqueños “reciban una compensación justa y adecuada por su trabajo; retener el talento laboral en la isla; motivar a los trabajadores a incorporarse formalmente a la fuerza laboral y, ciertamente, promover la productividad y competitividad en todo Puerto Rico”.
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“La clase trabajadora encara grandes retos con la crisis que enfrenta la isla y las pocas oportunidades de empleo. El factor económico es el elemento principal que induce al ciudadano a tomar la difícil decisión de mudarse fuera del país. Por lo tanto, es necesario asegurar el bienestar y la calidad de vida de los trabajadores puertorriqueños a través de una recompensa justa”, explicó.
Según el senador, “el trabajador de hoy enfrenta un salario mínimo de 7.25 dólares la hora y limitadas opciones laborales. Ante esta situación, los costos de vida en la isla siguen aumentando y el salario mínimo no rinde para solventar la crisis personal”.
Agregó que “la acogida del salario mínimo federal fue un paso en avance para los años ’90, pero en los últimos nueve años no se ha aumentado de parte del Congreso de los Estados Unidos”.
Explicó que “a pesar de que en los Estados Unidos existe un fuerte movimiento que promueve el alza en el salario mínimo federal, y ante la inacción del propio gobierno, la mayoría de los Estados incrementaron esa paga mínima en sus respectivos Estados sin las ataduras al gobierno federal. Actualmente, existen 29 Estados de la nación, más el Distrito de Columbia, que aumentaron el salario mínimo”.
Al presente, la asamblea legislativa tiene ante sí dos medidas radicadas, el P. de la C. 687 y P. del S. 153, “y están relacionadas con un fuerte reclamo de justicia salarial”.
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Sin embargo, Vargas Vidot entiende que, “lejos de ser la asamblea legislativa la que determine un salario mínimo óptimo, debería ser un ente independiente, con peritaje en el tema, para que realice ese tipo de determinación”.
“Favorezco las medidas previas y, por supuesto, la presentada en busca de conciliar un reclamo al trabajador puertorriqueño que, mayormente, es parte de una clase social que se le exige a responder en otros foros, como, por ejemplo, el tema contributivo. El tema del salario mínimo federal no es de ayer y menos sacado de un bolsillo para avivar otro tema más, y añadirlo a nuestra cartera de lamentos”, argumentó.
Recalcó que “la intención de competir con otros Estados de la unión y por supuesto, con otros países, mejoraría las condiciones económicas adecuadas en nuestro entorno y contexto social; enriquecería los recursos disponibles y llevaría al país a un nivel de productividad óptimo, porque traeríamos a la mesa nuevos paradigmas de productividad”.
Concluyó en que “se debe fomentar y motivar al trabajador sin que se altere su entorno; invertir en la producción y también, en un mercado participativo dentro de las limitaciones como país, pero atendiendo las posibilidades y necesidades económicas”.