Las familias de los barrios Bajuras y Monte Rey en Vega Alta avisaron hoy a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que cualquier tragedia que suceda en su zona será responsabilidad de ellos, luego de que alegaron que la corporación los sentenció a muerte al no darle luz.
Según explicaron, el área lleva sin electricidad desde el huracán Irma.
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“Me parece que la Autoridad de Energía Eléctrica ha sentenciado a pena de muerte a los envejecientes de Vega Alta”, denunció la exrepresentante estadista María Vega Pagán.
La líder comunitaria de los residentes de estos sectores informó que en el sector Cuatro Calles del barrio Bajuras, como en Monte Rey, la mayoría de los residentes sobrepasan la mediana de los 80 años. Presentan, además, condiciones de salud severas por lo que la falta de energía sigue poniendo en riesgo su vida y establidad física y emocional.
“En cualquier momento se puede registrar no una, sino muchas tragedias a causa de la indiferencia de la autoridad que mantiene una desorganización total en la manera en que están restableciendo el sistema. Ni hay continuidad, ni hay materiales y mucho menos, las brigadas necesarias para resolver este grave problema”, criticó Vega Pagán.
La portavoz informó que, la semana pasada, ocurrieron dos muertes de envejecientes que sufrieron penurias por la falta de energía.
Vega Pagán añadió que las brigadas de la corporación conectan una calle y se van, sin regresar en semanas, dejando a vecinos contiguos unos con luz y otros en total desamparo.
En diciembre, explicó, la AEE restableció el servicio en Santa Ana y, tres meses después, ni los residentes aledaños de Monte Rey adentro, la PR #694, los Puertos y la autopista han sido atendidos en sus reclamos.
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En sus continuas visitas a las comunidades llevando alimentos, provisiones y artículos de aseo personal, Vega Pagán detalló que existe “deterioro físico y mental de los envejecientes”.
“¿Es que no hay nadie con corazón ni conciencia en la autoridad que se conmueva con el dolor ajeno y evite una tragedia mayor que día a día se acrecenta? ¡Por Dios!”, reclamó frustrada.
A su vez, la exlegisladora comentó que, cuando se habla de crisis humanitaria, el triste ejemplo es la desolación y el abandono que enfrentan estos residentes de escasos o ningún recurso económico.
Indicó que, si de día los sectores se mantienen aislados de toda gestión o ayuda, de noche se convierte en un panorama tétrico donde se ha abandonado a su suerte a estos envejecientes, sin mayor responsabilidad de clase alguna.
Relató que ha presenciado el caso de una mujer de 98 años de Monte Rey, que es paciente con fractura en la cervical, así como varios otros con Alzheimer que presentan un cuadro indigno y desolador de hasta dónde ha llegado la “apatía” de la AEE para atender estos sectores.
“Si se agravan los llevan al hospital uno o dos días donde los estabilizan, y enseguida los devuelven a sus hogares a continuar con este martirio. Esto es un calvario”, culminó.