“Es una chapucería”, así catalogó Denis Márquez, representante por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el proyecto sometido por el gobernador Ricardo Rosselló para viabilizar la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Según el legislador, el proyecto –que es de tan solo 18 páginas– no determina criterios de valores, ni tampoco especifica una política pública de energía limpia.
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“Una medida de envergadura que representa la venta de los activos de la corporación pública más importante e histórica del país se pretende hacer con ese proyecto de Ley de esa forma tan atropellada y con la forma más descarada. Privatizan todos los activos de la autoridad, desde un lápiz a todas las plantas de generación”, sostuvo el líder del PIP.
De acuerdo a Márquez, el ahora Proyecto 860 del Senado, que fue sometido el lunes por el primer ejecutivo, exime a la AEE de cumplir con ciertos artículos contenidos en la Ley de Alianzas Público Privadas, estatuto que regiría la privatización.
“Exime a la AEE de la aplicación de estudios de necesidad y conveniencia”, soltó.
Para el representante, el hecho de que la pieza prohíba que la Comisión de Energía regular las transacciones y acuerdos con los contratistas, es ponerle en “bandeja de oro” la corporación pública a los compradores.
De la misma forma, describió como una “hipocresía” la disposición que establece que los empleados de la AEE serían transferidos a otras agencias una vez se venda. “Todo el mundo sabe que son especializados y que no tienen espacio en otras agencias”, comentó.