El Departamento de la Familia (DF) cerró hoy, martes, su oficina de servicios en el municipio de San Lorenzo y todos los empleados fueron reubicados en Caguas, determinación que no se le avisó al alcalde José Román Abreu ni a la ciudadanía.
“Simplemente, el director de la región de Caguas del DF, Roberto Ocasio García, cursó una carta al director de la oficina local samaritana Luis Roldán García, informándole del cierre. Se esgrime en la misiva que la determinación obedece a las condiciones en que se encuentra la oficina luego del paso del huracán María”, señaló el alcalde.
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Román Abreu considera “insólito que durante los pasados cinco meses no se había tomado determinación alguna sobre la oficina, que estuvo ofreciendo servicios normales a la ciudadanía”.
La carta indica que “a partir de hoy martes, todos los ciudadanos de San Lorenzo que reciben servicios de Adsef, Adfan y Asume, tienen que acudir al Centro de Servicios Integrados de Caguas, mientras el personal adscrito al Secretariado debe ir a trabajar a la Oficina Regional de Caguas”.
“La misiva especifica que todos los empleados debieron hacer arreglos ayer para estar en las nuevas oficinas a partir de hoy”, apuntó Román Abreu.
“Aquí no ha habido sensibilidad alguna con los empleados, pero sobre todo, con los ciudadanos que reciben servicios, gente necesitada que ahora tiene que buscar la manera de llegar a Caguas y hacer turnos en esas oficinas, que naturalmente están atestadas por la gran población que tiene esa ciudad. Y quien no tenga transportación, al gobierno central no le importa”, insistió el alcalde.
Cuestionó además qué gestiones -si alguna- realizó la administración del DF para reparar las instalaciones, utilizando los recursos propios o el pago de los seguros. “Tampoco solicitaron ayuda al municipio, si estaba en tan malas condiciones, para poder ayudarles. Esta es la importancia que el gobierno de Ricardo Rosselló le ofrece a la gente necesitada”, aseveró el alcalde.
Recordó que una situación similar ocurrió el mes pasado en Loíza, donde 29 empleados fueron trasladados a la oficina de Canóvanas. “Y la excusa es la misma: el supuesto mal estado de las instalaciones tras el paso del huracán. Pareciera que esto responde a un plan concertado de la actual administración de cerrar oficinas de servicio en los municipios”, concluyó Román Abreu.