CAROLINA, Puerto Rico – El Comando Unificado para la Función de Apoyo de Emergencia-10, compuesto por agencias federales, estatales y entidades de la industria marítima, anunció el domingo la etapa final y cierre de las operaciones para mitigar las amenazas ambientales de las embarcaciones que quedaron hundidas o varadas tras el paso del Huracán María.
“Nuestro equipo de respuesta interagencial se encuentra trabajando incansablemente para lograr la misión de remover los contaminantes y las embarcaciones que fueron afectadas por la tormenta, dijo el capitán de navío Eric King, Comandante del Sector San Juan de la Guardia Costera. “Nuestra prioridad es salvaguardar el medio ambiente marino y regresarle a la ciudadanía y a sus visitantes las preciosas costas y playas de Puerto Rico”.
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“En septiembre y octubre el Capitán King y yo anunciamos el estatus de los trabajos y misiones para abrir las operaciones portuarias en la isla, así como la misión de remoción de embarcaciones impactadas por el huracán María y de sus contaminantes. Luego de una campaña de orientación y la rápida respuesta de la ciudadanía, hoy podemos decir que el trabajo en colaboración por la Guardia Costanera, Recursos Naturales y nuestra oficina trabajando con las asignaciones de fondos, que la misión está próxima a culminar con éxito. El éxito de esta misión beneficia tanto al medioambiente, como a los pescadores, pequeños negocios, el sector del turismo. El personal de ESF-10 logró, aún en un proceso de emergencia, proteger uno de nuestros mayores atributos isleños, nuestros recursos naturales (playas, mangles, manatíes, arrecifes) de lo que pudo haber sido un desastre ambiental producto de cientos de embarcaciones hundidas y contaminantes”, expresó la comisionada residente, Jenniffer González Colón.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias asignó la cantidad de $35 millones de dólares para la misión del ESF-10 como parte de los esfuerzos de recuperación de Puerto Rico. Para atender las amenazas ambientales que representaban las embarcaciones que quedaron hundidas o varadas por el huracán, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico y la Guardia Costera, conjuntamente con la Agencia de Protección Ambiental, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional, establecieron un centro de mando en la municipalidad de Carolina.
Al presente, los equipos de respuesta de ESF-10 en Puerto Rico han completado los siguientes trabajos en su esfuerzo por reducir el impacto ambiental a los recursos naturales de Puerto Rico.
- Evaluación de 377 embarcaciones hundidas o varadas
- Removido y/o mitigado 376 embarcaciones del ambiente marino
- Queda embarcación pendiente para remoción de combustible y contaminantes
- Contactado a 96 por ciento de dueños de embarcaciones indentificadas
- Mitigado 37 incidentes de contaminación
- Remoción de 25,000 galones de agua y aceite
- Desechamos más de 2 millones de libras en desperdicios sólidos
“Esta misión es una sin precedentes”, dijo Tania Vázquez Rivera, Secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico. “Con ella hemos logrado limpiar nuestras costas de embarcaciones que quedaron varadas o hundidas en una forma no vista en décadas. Se ha conseguido proteger nuestros arrecifes de coral, nuestras hierbas marinas y nuestros mangles. Nuestra misión ha ayudado a la economía local, la Industria del turismo, la industria pesquera y ha ayudado a mejorar y sanar nuestro hermoso paisaje. Estamos muy orgullosos de que este esfuerzo interagencial, solicitado por el DRNA, haya logrado exitosamente proteger el hábitat de gran cantidad de organismos marinos y prevenir daños futuros a nuestros ecosistemas marinos”.
Inicialmente, los equipos de respuesta del ESF-10 evaluaron y limpiaron múltiples derrames y materiales peligrosos en el entorno marino e identificaron embarcaciones que fueron hundidas, encalladas o varadas en la orilla. Una vez identificadas, los equipos se centraron en reducir la amenaza de contaminación causada por las embarcaciones afectadas y trabajaron con los propietarios para eliminar los contaminantes y regresarles la embarcación, o para remover del ambiente marino aquellas embarcaciones que presentaran una amenaza ambiental.
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Ante los retos de comunicación que estuvieron presentes tras el paso del huracán María, equipos especializados del ESF-10 pudieron contactar a los propietarios de embarcaciones identificadas y formularon un plan de remoción para cada embarcación.
Uno de los principales objetivos de la misión era disipar inquietudes y comunicar claramente que las embarcaciones y los materiales contaminantes que fueron afectados y estaban asociados con el huracán María serían removidos sin costo ni penalidad para los dueños de las embarcaciones.