Su nombre era Christian Pastorino, alias “El Kiki”. Tenía 22 años y estaba prófugo por cometer dos crímenes. Su propia madre se refirió a él como una persona “muy violenta”, lo mismo que opinó la policía que lo investiga.
Durante un operativo en Montevideo, precisamente en el asentamiento El Monarca, se vio acorralado por oficiales de policía, lo que terminó en un fatal desenlace.
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Era arduamente buscado desde el 9 de diciembre por matar a su novia, pero desde este sábado su rastreo se intensificó aún más por ser el culpable de asesinar a una cajera de supermercado, identificada como Florencia Cabrera de 26 años.
Fue visto por las cámaras de seguridad del local asaltado, desde donde sustrajo la suma de 2 mil pesos uruguayos, equivalentes a unos 40 mil pesos chilenos. Luego del robo, le disparó por la espalda a la cajera, a un guardia y huyó del lugar.
El guardia de seguridad fue gravemente herido en el tórax. Según fuentes de El Observador, el hombre podría quedar sin movilidad en sus extremidades inferiores a causa del ataque.
“El Kiki” mantenía antecedentes por hurto desde 2012, y ya estaba prófugo desde el pasado 9 de diciembre cuando asesinó a su ex pareja en frente de su hijo de seis meses.
Según indicó el diario uruguayo El País, los oficiales de policía llegaron a su escondite vestidos con ropa de civil, pero al entrar a la casilla, el antisocial se disparó en la cabeza y cayó tendido en su cama.
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Tal como informó el mismo medio de comunicación, el lugar fue sitiado con helicópteros, mientras que los policías ingresaban a todas las casas del asentamiento cuando sintieron el disparo, que resultó siendo en su sien derecha con un revólver calibre 32, la bala habría entrado y salido por su cráneo.
Ahora se encontraría internado con muerte cerebral.
En tanto, la policía está en la búsqueda de las personas que le facilitaron el escondite al delincuente más buscado de Uruguay.
Su madre, en entrevista con Telenoche, indicó que él ya la había amenazado de muerte, “Él me dijo que me iba a matar, que ya me iba a tocar, que primero iba a matar a Alison (su pareja) y después me iba a matar a mí”, fue parte de su cruel testimonio.