Hoy, a unos 200 participantes del Programa de Vivienda Transitoria (TSA, en inglés) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) se les notificará que tienen hasta el 14 de febrero para mudarse de los hoteles donde se supone que permanecen refugiados.
Según informó ayer la dependencia federal a los medios de comunicación, dichos ciudadanos ya no son elegibles para continuar participando del programa.
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Entre los aspectos que hacen a estas personas no aptas para seguir bajo el TSA, FEMA destacó que no quieren regresar a la isla, que al inspeccionar sus hogares ya se encuentran habitables o que, en algunos casos, no se les pudo contactar.
De otra parte, el 20 de marzo terminará por completo el programa, del que participaron unos 3,926 solicitantes (incluyendo los 200 que serán notificados), según números provistos ayer por Sam Harvey, especialista del tema de TSA destacado en Puerto Rico.
Del total de ciudadanos que son parte del TSA, unos 883 están en hoteles de la isla; el resto, distribuidos en otros 40 estados.
La fecha de participación podría ser extendida, informó FEMA, si el Gobierno de Puerto Rico así lo pide.
Metro contactó a oficiales de Prensa de la Rama Ejecutiva para auscultar si esta solicitud se realizó. Sin embargo, no obtuvimos respuesta al cierre de esta edición.
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Durante su alocución, el trabajador de FEMA dijo que el Gobierno local fue eximido de pagar por el TSA y que todos los gastos son sufragados por la agencia federal.
Según Harvey, FEMA trabajará en conjunto con los participantes del programa durante las próximas seis semanas que quedan de este para que encuentren un lugar seguro donde vivir.
“Hemos estado en contacto con ellos para encontrar una solución y no vamos a esperar hasta que llegue la fecha final”, indicó.
El TSA es un programa temporal para cubrir la brecha entre la imposibilidad de los sobrevivientes de permanecer en sus hogares, hasta que las residencias son habilitadas nuevamente.