El Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE) rechazó el Proyecto de la Cámara 1018 de libertad religiosa aprobado anoche por la Cámara y el Senado, y alertó al país: “Si este proyecto se convierte en ley, los servicios gubernamentales serán rehenes de las creencias religiosas de quienes trabajen en él”.
Al respecto, sus portavoces explicaron que el proyecto, creado como una reacción a los avances de los derechos humanos de las personas LGBTT (Lésbica, Gay, Bisexual, Transgénero y Transexual) de la isla, tendrá un efecto que irá mucho más allá de ese grupo.
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“Este es el tipo de proyecto que se aprueba por dos razones. La primera, porque hay un sector conservador que no acepta que existen casos y leyes estatales y federales que reconocen que las personas gays y trans también tienen derechos. La segunda, porque hay un sector político que piensa que con un espectáculo como el que dieron hoy en el Senado ganarán votos en el 2020”, dijo Amárilis Pagán Jiménez.
Para la abogada y defensora de derechos humanos, “ambas razones son ilegítimas y en ambos casos la sed de poder es tanta que no les importa impactar los derechos del país entero”.
“El ámbito de las creencias religiosas puede ser tan diverso y subjetivo que poner en manos de un funcionario de gobierno la capacidad de elegir es dar mano libre para discriminar, por ejemplo, a madres solteras, a víctimas de violencia doméstica, a personas negras, a personas de residenciales, a usuarios de sustancias”, añade.
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En definitiva, a juicio de Osvaldo Burgos Pérez, abogado y portavoz de CABE, “es dar carta blanca para que se manifieste todo tipo de prejuicio en nuestros espacios de gobierno”.
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Los portavoces pidieron al gobernador Ricardo Rosselló que “vete el proyecto y que evite caer en la tentación de convertirlo en un premio de consolación al sector religioso que está molesto con la nueva Ley de Adopción”.
“En el Puerto Rico post huracán María es más importante que nunca garantizar que el gobierno cumpla con su deber y tenga accesibles los servicios y bienes que el pueblo necesita. Este proyecto será una piedra en el camino de las personas LGBTT, pero también para el resto del país que lo perdió todo y que a duras penas logra acceder a oficinas y agencias de gobierno”, señalaron.
Y concluyen. “No demos espacio a que los intereses de un sector que no se resigna a ver cómo progresa la equidad se lleven de frente los derechos humanos de todos”.
