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Lenta la recuperación de Comerío tras el paso del huracán María

En entrevista con Metro, el alcalde Josean Santiago denuncia el difícil panorama que enfrentan miles de ciudadanos por no tener servicios esenciales a más de cuatro meses de María

Aunque hay quienes creen que la energía eléctrica y el agua potable son servicios que facilitan la vida, para Clotilde Pizarro y Rafael Rivera Caraballo el recuperar ambos es una situación de vida o muerte.

El matrimonio de edad avanzada pasa serias dificultades ante cuatro meses de carencia de ambos servicios en su residencia construida a pasos de la represa El Salto en Comerío.

Rivera Caraballo está encamado por causa de una caída y, además, depende de un tanque de oxígeno, pues sufre de un padecimiento en el pulmón. Por esto, la energía eléctrica, que ahora obtienen a través de un generador, se torna esencial en su diario vivir en el municipio donde pasó el ojo del huracán María.

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La recuperación de los servicios esenciales en Comerío esta prácticamente detenida, como si solo hubiera pasado un mes del huracán, pese a que ya son cuatro. Al menos así opina el alcalde José “Josean” Santiago, quien en entrevista con Metro reclamó que a 127 días de que el fenómeno atmosférico dejara su huella por el país el 60 % de las residencias carece de servicio de agua, mientras que el 85 % no cuenta con energía eléctrica.

Casas sin techo ni toldos y tendido eléctrico aún colapsado, son solo algunos ejemplos que a simple vista dan cuenta de lo dilatado del proceso de recuperación que según Santiago responde a la falta de coordinación con agencias estatales y federales.

El ejecutivo municipal señaló que las brigadas estadounidenses, subcontratadas por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que llegan al municipio desde Fajardo se quedan sin trabajar porque no tienen materiales. “Hay una falta de coordinación. Tiene que haber una coordinación con el ingeniero de Energía Eléctrica que dirige las brigadas, pero esas brigadas norteamericanas no le responden al director, es otra compañía que contrató el Cuerpo de Ingenieros la que supervisa a las brigadas”, expuso Santiago al señalar que ellos podrían ayudar a asistir en levantar cables, enderezar postes, podar y el tránsito. No obstante, no ha sido posible. Metro solicitó una reacción de la AEE, pero al cierre de esta edición no se había recibido.

Sobre el agua potable, con la crecida del río La Plata se rompieron los tubos principales, el que lleva el agua a la planta de tratamiento, así como el que suple el agua a las residencias, por lo que, según el alcalde, optan por llevar camiones cisternas a los barrios diariamente.

La Guardia Nacional los ayuda potabilizando agua, mientras el proyecto está en etapa final de construcción. “Cuál es mi queja, que nunca ha habido en el proyecto sentido de urgencia. Voy allí y el contratista, llegan los empleados a las 8:00 am y ya a las 3:00 pm no hay nadie”, reclamó el alcalde.

Uno de los peores daños en AAA

El presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Elí Díaz Atienza, dijo a Metro que el daño en Comerío se trata de una de las peores averías que tuvieron. Explicó que para minimizar impacto, hay gente que recibe agua porque “pusimos unas bombas temporeras y pueden suplir agua a ciertos sectores”.

“El proyecto de infraestructura estaba pautado para culminar dado la complejidad de los trabajos, de que cada vez que llueve hay que volver a poner maquinaria, estaba el 31 de marzo como fecha para completar los trabajos, sin embargo, esperamos culminar el 31 de enero”, anticipó Díaz Atienza.

El funcionario calculó que la situación de Comerío fue “uno de los daños más grandes”.

“El que nos concentraba más prioridad era el proyecto de agua de Comerío porque es muy complicado”, detalló al añadir que en Utuado fue el otro caso donde por la caída de un puente perdieron acceso a tratar aguas usadas.

Variados los retos de Comerío

De los 20,000 ciudadanos que vivían antes del azote de María en Comerío -ya que muchos han emigrado- alrededor de tres mil personas están viviendo en casas de familiares porque lo perdieron todo. Esto, a juicio del alcalde será el próximo problema que deberán atender. “¿Dónde está esa gente que perdieron sus casas? La gran mayoría de ellos están apiñados en la casa de un familiar, de un vecino, de mamá, de papá. Tengo casas que tienen hasta tres familias”, sostuvo Santiago.

Previo a la entrevista, el alcalde atendió a una familia que perdió todo y uno de los miembros tiene Alzheimer. Además llegó una mujer de edad avanzada que sostuvo que le están llegando facturas de agua pese a que no tiene servicio hace más de cuatro meses. Sobre este asunto, Díaz Atienza aclaró que están dando crédito a cada persona que le llegue una factura y no tenga el servicio.

Metro realizó un recorrido por el casco urbano y algunos barrios donde se observó varios camiones entregando agua, así como el daño que ocasionó el huracán con la crecida del río, lugares que aún permanecen en reparaciones.

Allí también Carmelo López se encontraba en el techo de su residencia arreglando el toldo que les regaló la iglesia Samaritan’s Purse ya que FEMA nunca les dio uno. Tras el huracán perdieron camas y otros artículos del hogar. La madre de López está enferma por lo que viven con ella, él y su hermana.

Señaló además que el dinero que les dio FEMA para el techo no es suficiente según los empleados que han ido a cotizar la construcción del techo.

El alcalde sostuvo que así también han recibido situaciones de muchos ciudadanos a los que la agencia federal no les ha dado ayudas suficientes o simplemente reciben una carta en la que deniegan la ayuda.

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