Israel cierra 2017 con un gran éxito diplomático: Donald Trump se refirió a Jerusalén como capital del país, en contra del consenso internacional, en un año punteado por investigaciones por corrupción al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y disturbios durante la llamada crisis de Al Aqsa. Netanyahu, líder del Likud, continúa encabezando un gobierno apoyado por partidos nacionalistas y religiosos, en su cuarta vez como primer ministro, a pesar de que a lo largo del año las diferencias políticas y de personalidad han amenazado la estabilidad de la coalición.
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