Noruega ha dado un paso adelante en la despenalización de las drogas. A partir de ahora, los ciudadanos que sean adictos a sustancias estupefacientes ya no dependerán más de los los tribunales de justicia, sino del Ministerio de Salud. Así, si la policía en este país detecta que una persona consume drogas, en lugar de llevarla a prisión, se le llevará a un programa de tratamiento de adicciones.
En una votación insólita, el Parlamento noruego ha aprobado con mayoría de votos una nueva medida que despenaliza el consumo de sustancias. La norma ha aunado el apoyo de todo el espectro político: partidos conservadores, liberales y progresistas.
PUBLICIDAD
La medida sigue la estela del modelo adoptado por Portugal en 2001, que decidió cambiar sus leyes para que la posesión de pequeñas cantidades de droga destinadas al consumo propio no supusiera un delito, sino una falta administrativa. Un informe de la Transform Drug Policy Foundation publicado en 2014 reveló que esta medida hizo que aumentara el número de personas que consumió droga en algún momento, pero el número de personas que lo hacía regularmente decreció. Asimismo, hubo un acusado descenso de los casos de VIH y SIDA entre lo consumidores de drogas.
“Es importante destacar que no estamos legalizando el cannabis ni ninguna otra droga, sino que la hemos despenalizado”, recalca el vicepresidente del Comité de Salud del Parlamento,Sveining Stensland en el diario local VG. Esto significa que la norma no regulariza su libre uso, sino que ofrecerá tratamiento y asistencia a los afectados por dichas sustancias.
Por otro lado, la norma tampoco legaliza la producción o el tráfico de las mismas, que continuará siendo ilegal.
A pesar de todo, este cambio en la legislación noruega representa un cambio de paradigma respecto al trato al individuo: las personas adictas serán tratadas como enfermos y no como criminales. Noruega se convierte así en el primer país escandinavo en despenalizar las sustancias estupefacientes.