El gobernador Ricardo Rosselló Nevares se mostró hoy “totalmente en desacuerdo” con la aprobación de la reforma contributiva federal, aunque consideró que hay “otros vehículos” para beneficiar al país.
Rosselló Nevares, en una conferencia de prensa en La Fortaleza, dijo que “estoy totalmente en desacuerdo de cómo se llevó a cabo el proceso, cuando ya se había establecido la Ley Promesa”.
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De acuerdo con el mandatario, la Ley Promesa implica la necesidad de “crecimiento económico” para la Isla, pero el gobernador se quejó de que “a la primera oportunidad del Congreso de validar su propia política pública (con la Ley Promesa), la rechaza y trata a Puerto Rico como una jurisdicción foránea”.
No obstante, consideró que “hay otros vehículos” para que Puerto Rico sea ayudado, como el Supplemental Disaster Recovery, donde según el primer ejecutivo “hay espacio para tomar acciones contributivas y de otra índole”.
Agregó que “estamos solicitando un trato justo e igual para la Isla y consideraciones para Medicaid”.
Rosselló Nevares ha sostenido que la reforma contributiva afectará a cerca de un 25% de la fuerza laboral y el 35% del total de los impuestos recaudados por el Departamento de Hacienda.
Además, la iniciativa del Congreso se da tras el paso del huracán María, que dejó daños por 94 mil millones de dólares.
Sobre la reforma contributiva, el Senado de EEUU aprobó en la madrugada de hoy el proyecto, aunque en esta misma jornada debió regresar a la Cámara de Representantes para votarse nuevamente por varias estipulaciones que van en contra de las reglas presupuestarias.