El imponente “Monumento al Cimarrón” , obra elaborada en bronce y metales reciclados por el reconocido escultor cubano Alberto Lescay, es un homenaje a los esclavos que se sublevaron en 1731 y obligaron a la corona española a tomar la insólita decisión para esa época de concederles la libertad en 1831. La rebeldía de esos esclavos, forzados a trabajar duras jornadas en las cercanas minas de cobre, les ganó la emancipación mucho antes de que se aboliera definitivamente la esclavitud en Cuba en 1886.

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