Luego del paso del huracán María, Rosario Rivera ha tenido que visitar una gomera en cuatro ocasiones. La mujer, quien es residente de San Juan, sostuvo que el impacto del ciclón dejó las carreteras “peor” que en su estado anterior y ahora su bolsillo sufre las consecuencias.
Además de los hoyos en las vías de rodaje, expresó que la cantidad de clavos y tornillos en el suelo “al parecer” ha aumentado después del temporal. “Vivo en la [Avenida] Américo Miranda y eso quedó horrible. Le pusieron “bitumul” a algunos hoyos, no a la carretera y los demás los dejaron igual”, denunció la fémina.
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En entrevista con Metro desde el negocio Universal Tire, afirmó que en tres “inyecciones” para remediar los clavos que han afectado su auto, gastó unos $15; en una cuarta ocasión puso un parcho a su goma, pero no recuerda cuánto le costó. Y aunque reconoció que no es una cifra de dinero significativa, es un gasto que antes no tenía.
Por su parte, Cesar Jiménez visitó ayer por tercera vez GomiCentro Las Lomas en San Juan, para reparar sus gomas luego del paso del huracán. Pero lo peor para este ciudadano no han sido las llantas, sino los $350 que ha gastado para arreglar el tren delantero de su camioneta.
La versión de ambos es sustentada por otros ciudadanos que este medio entrevistó, así como por los gomeros, quienes han hecho su agosto luego del fenómeno atmosférico. Y es que, según comentaron, sus ventas han aumentado exponencialmente.
“Antes del huracán llegaban un promedio de 20 a 25 clientes por día. Después, hubo días que atendí de 80 a 100 clientes en un solo día. Vienen con gomas rotas por los boquetes, por los escombros y hasta los zinc”, resaltó Henry Camarero, quien hace dos años trabaja en Universal Tire.
“Ha aumentado bastante, porque todo el mundo tira los escombros y no los recoge. Esos escombros vienen del huracán, por las casas que se fueron”, relató también Luis Pérez, dueño de Gomera Américo Miranda.
Ciertamente, luego del golpe del temporal las carreteras del territorio quedaron en pésimo estado, según reportó el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP). Abundaron los tramos cerrados por escombros y deslizamientos, así como los puentes caídos. Empero, a pesar del daño, reportes de prensa destacan que a la agencia se le han asignado unos $75 millones a nivel federal para reparar las carreteras. Este medio pidió al DTOP el detalle de los trabajos de reconstrucción, así como la información para que los ciudadanos puedan reclamar los daños conferidos a sus autos, pero se le informó a Metro que por razones personales el secretario Carlos Contreras no estaría disponible. No obstante, recibimos el compromiso de tener los datos esta semana.
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No les recogen los neumáticos y pasan la papa caliente
La condición de las carreteras de la isla no fue la única queja que Metro recibió en días recientes. Entre tres gomeros del área metropolitana que hablaron con este diario, suman más de mil las gomas usadas que tienen guardadas en sus establecimientos.
Según Pérez, de la Gomera Américo Miranda, se supone que sea el municipio de San Juan quien, a través de su programa de reciclaje, reciba los desperdicios de su negocio. Para esto, destacó, paga un impuesto por cada goma que compra, que aumenta significativamente la operación de su pequeña empresa.
Metro se comunicó con el personal de prensa de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, para obtener información al respecto. La persona contacto dijo a este diario que debía dilucidar si recoger los neumáticos corresponde al municipio o a la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS). Luego de esta conversación, no recibimos respuesta del funcionario, tampoco contestó nuestras llamadas y mensajes de texto.
Por otra parte, solicitamos expresiones de Tania Vázquez, presidenta de la Junta de Calidad Ambiental y Secretaria de Recursos Naturales, para aclarar la situación, pero al cierre de esta edición no nos había contestado.
De acuerdo al portal de ADS, en Puerto Rico se desechan alrededor de 18,000 gomas al día. La acumulación de este material es dañino para la salud ambiental y del ser humano, porque, entre otros asuntos, propicia la aparición de mosquitos.