El municipio de Toa Alta realiza malabares para disponer de los escombros dejados por el huracán María, ya que no dispone de suficientes recursos, admitió hoy el alcalde Clemente “Chito” Agosto, quien clamó por ayuda.
“Estamos en la calle trabajando con nuestras pocas brigadas, y necesitamos ayuda y recursos del gobierno central, pues nos limitan, lo que hace sufrir al pueblo”, aseguró el alcalde.
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Esta situación, que no es privativa de Toa Alta, impide que se recojan los escombros con la rapidez necesaria, debido a la falta de presupuesto para este propósito y de ayuda del gobierno central, lo que se traduce en problemas para la población.
Agosto adujo que “Dios nos ha dado las fuerzas para seguir trabajando, sin parar, desde el día uno, con pocas brigadas y recursos abriendo pasos, impactando comunidades y recogiendo escombros, pero necesitamos ayuda”.
Toa Alta cuenta con una sola brigada municipal de recogido, por lo que subcontrato dos brigadas privadas para poder atender a un municipio con sobre 75 mil habitantes, y que cuenta con un presupuesto reducido debido a los recortes a nivel central.
“Hemos perdido millones de dólares pertenecientes al gobierno municipal por culpa del gobierno central y esto nos limita grandemente” agregó el alcalde a modo de denuncia.
Agosto sostuvo que a pesar de la difícil situación, Toa Alta ha recogido sobre 40 mil yardas cúbicas de material vegetativo y escombros, en sobre el 20 por ciento de las comunidades.
Afirmó que, dado la desconfianza del gobierno federal hacia el gobierno de Puerto Rico, en particular luego del escándalo con la contratación de la empresa Whitefish, el municipio toalteño tiene que pagar por adelantado de su presupuesto los servicios de las compañías subcontratadas, para luego con evidencia y mediciones reclamar el desembolso.
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“Esta situación nos pone en un complicado escenario, pues el presupuesto del municipio es muy limitado y no tenemos el dinero para contratar la cantidad de brigadas necesarias”, reconoció Agosto.
El proceso del recogido es uno minucioso, lo que lo hace lento, pues las brigadas tienen que separar en las comunidades los escombros del material vegetativo para luego recoger, medir y preparar informes.
En el caso de encontrar algún material electrónico, se debe separar, dejar en el área e identificar para que otra brigada, junto a la EPA (Agencia de Protección Ambiental), deseche de forma adecuada el elemento que puede ser contaminante.
“Tenemos que reconocer que las comunidades se han empoderado y en muchas han separado los materiales y nos ayudan en el proceso”, anotó el alcalde.
En un acuerdo con la EPA, inspectores con una brigada municipal, van una vez por semana para recoger aparatos electrónicos que pueden tener contaminantes y se desechan a través de otro proceso para velar el ambiente.
Además, el municipio desea utilizar el material recogido como relleno para el vertedero municipal, ya que esto representa una reducción en el gasto de materiales.
El escrutinio de las autoridades para el recogido de escombros es meticuloso, debido a la desconfianza con el gobierno estatal y con situaciones de corrupción del pasado, dijo Agosto al recordar que a finales de la década de los 90 del pasado siglo un alcalde de Toa Alta se involucró, junto a empleados, en actos de corrupción en un esquema relacionado con el recogido de escombros, por lo que fueron convictos por las autoridades federales