Durante la mayor parte del tiempo que el refugiado sirio Mohammad Al Zayed ha estado en Estados Unidos, los jueces han tenido que intervenir en las acciones del gobierno del presidente Donald Trump para restringir la llegada de personas, lo que, según Al Zayed, le impedirían ver a sus parientes que aún se encuentran en el extranjero.
La situación ha tenido su costo emocional, el cual continuará esta semana cuando dos cortes federales de apelaciones examinen el asunto nuevamente, una el miércoles en Seattle y otra el viernes en Virginia.
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“Han pasado 10 meses y estamos atrapados”, afirmó Al Zayed, quien trabaja de conserje en el aeropuerto internacional O’Hare en Chicago, por medio de un intérprete. “No podemos regresar. Tampoco podemos traer a nuestros seres queridos aquí”.
Después de invocar razones de seguridad nacional, el presidente Trump anunció a finales de enero su primera medida para restringir la llegada de personas de algunas naciones de mayoría musulmana, lo que causó estragos y protestas en diversos aeropuertos del país. Un juez federal en Seattle no tardó en bloquear la medida al considerarla discriminatoria, y desde entonces, las restricciones han ido a parar a la Corte Suprema y regresado a las cortes federales de distrito debido a las modificaciones que el gobierno les ha efectuado.
La versión más reciente, la tercera, afecta a unos 150 millones de personas que podrían viajar a Estados Unidos desde Chad, Irán, Libia, Corea del Norte, Somalia, Siria y Yemen, además de algunos funcionarios venezolanos y sus familias.
El gobierno dijo que la restricción más reciente se basa en las evaluaciones de la situación de seguridad de cada nación y su disposición a compartir información sobre los viajeros. Sin embargo, jueces en Hawai y Maryland bloquearon las restricciones en varios niveles antes de que entraran en vigor en octubre.
Los jueces determinaron que la medida luce inadmisiblemente discriminatoria, carece de un propósito legítimo relacionado con la seguridad nacional e infringe la ley federal de inmigración.
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El miércoles, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 9no circuito escuchará en Seattle los argumentos sobre la apelación del gobierno contra el fallo del juez en Hawai. El panel redujo la amplitud de ese fallo para permitir que el gobierno restrinja la llegada de personas que carezcan de una relación “bona fide” con personas u organizaciones en Estados Unidos, enfoque adoptado en las decisiones del juez en Maryland y de la Corte Suprema sobre una restricción anterior.
El viernes, 13 jueces de la Corte de Apelaciones del 4to Circuito examinarán en Richmond, Virginia, la impugnación del gobierno en el caso de Maryland.