A casi dos meses del paso del huracán María, el casco urbano de Río Piedras sigue sufriendo los estragos del huracán María, sobre todo lo que se refiere a los escombros y material vegetativo tirado en las calles.
Según líderes comunitarios, algunos de estos deshechos provienen de los cientos de arboles que de la ciudad, “pero su gran mayoría son depositados allí por el Municipio de San Juan. Mientras en otras partes de San Juan se realizan grandes operativos de limpieza, en Río Piedras se trae material y se tira a la puerta de nuestra comunidad”, expresó Julio Verdejo, presidente del Cuerpo Consultivo para el Desarrollo de Río Piedras.
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Verdejo dijo que el municipio de San Juan ha utilizado terrenos en la avenida Ponce de León y contiguos a la histórica casa cultural Ruth Hernández, comercios y residencias, como espacio de acopio de todo el material vegetal y escombros de San Juan.
Para Vidal Carrión, propietario de Productos Gostosos y vicepresidente de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Río Piedras, el gigantesco deposito de basura es un estrago adicional al paso del huracán María.
“Ya trabajamos con los daños y los costos a raíz del paso de María, ahora las acciones del municipio empeoran el ambiente para hacer negociosos. El deposito de basura en la entrada del sector comercial de Río Piedras requiere de nosotros el incurrir en gastos de exterminación para poder recibir a nuestros clarinetes un ambiente saludable”, afirmó.
Aunque el área esta cobijada bajo una Ley Especial para la Rehabilitación de Río Piedras, los líderes comunitarios afirman que funcionarios de gobierno estatal, municipal, los senadores Miguel Romero y Henry Neumann, así como el representante Juan Oscar Morales, han hecho caso omiso a los reclamos de la comunidad.
Para Verdejo la ley aprobada durante la administración del gobernador Pedro Rosselló “provee una política pública clara en cuanto a proveer un ambiente urbano saludable”.
“Parecería que en la nueva normalidad que vive Puerto Rico la política pública y las comunidades son meros damnificados esperando por alguna racionalidad en los proceso más allá de la improvisación causada por un estado de emergencia permanente”, declaró.
