DANANG, Vietnam — Horas después de abandonar Beijing, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo un aparente reproche a China, criticando prácticas comerciales que según dijo han destruido empleo en su país y advirtiendo que Estados Unidos ya no hará “oídos sordos” a los abusos comerciales.
“Desde este día en adelante, competiremos de forma justa e igual”, dijo Trump en un discurso en un encuentro de directores generales en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Danang, Vietnam.
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“Ya no vamos a dejar que se sigan aprovechando de Estados Unidos. Siempre voy a poner a Estados Unidos primero”, dijo.
Fue un brusco cambio de tono respecto al día anterior, en el que Trump cambió su agresiva retórica habitual por una aproximación más cordial a China en su intento de establecer una relación comercial más equilibrada.
Pero el viernes, Trump volvió a los golpes directos. Dijo a los ejecutivos reunidos en la ciudad costera de Danang que estaba encantado de firmar acuerdos comerciales bilaterales, pero sólo si eran recíprocos y justos.
Sin mencionar a China por su nombre, el presidente alegó que Estados Unidos se ha atenido a los principios de la Organización Mundial del Comercio solo para ver cómo se aprovechaban países que ignoraron las normas y adoptaron prácticas dañinas como el dumping, la manipulación de divisas y los subsidios estatales a las mercancías.
“Estas prácticas, junto con nuestro fracaso colectivo a la hora de responder a ellas, perjudicaron a mucha gente en nuestro país”, dijo Trump, describiendo “empleos, fábricas e industrias” que según dijo “se arrebataron a Estados Unidos y a muchos países” como resultado.
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“Ya no podemos tolerar estos abusos comerciales crónicos y no los toleraremos”, dijo.
En el discurso, Trump dijo que durante su visita había hablado “de forma abierta y directa” con el presidente de China, Xi Jinping, “sobre las prácticas comerciales injustas de China y el enorme déficit comercial que han producido en Estados Unidos”.
Trump dijo que el superávit comercial chino, que alcanzó los 223.000 millones de dólares en los 10 primeros meses del año, era inaceptable y repitió sus palabras del jueves, cuando dijo que no “culpa a China” ni a ningún otro país “por aprovecharse de Estados Unidos en comercio”.
Sin embargo, añadió que Washington “ya no hará oídos sordos a las infracciones, las trampas o la agresión económica”.
“Ya no toleraremos el descarado robo de propiedad intelectual. Haremos frente a las prácticas destructivas de obligar a las empresas a entregar su tecnología al estado y obligarlas a formar empresas conjuntas a cambio de acceso al mercado. Abordaremos la enorme subvención de empresas a través de empresas estatales gigantes que sacan del negocio a competidores privados, todo el tiempo”, dijo.
Todas son acusaciones que Estados Unidos ha dirigido contra China.
El mandatario también mantuvo su dura retórica contra Corea del Norte y su desarrollo de armas nucleares y de misiles balísticos, como ha hecho durante el resto de su gira.
La cumbre de la APEC es una de las citas que tiene previstas Trump durante su primera visita oficial a Asia. Será un cambio de ritmo para el presidente, que ha pasado la mayor parte de la semana disfrutando de elaboradas ceremonias de bienvenida y banquetes, y reuniéndose con los mandatarios de Japón, Corea del Sur y China.
Su agenda del viernes incluía un acto de bienvenida para los jefes de gobierno que asisten a la cumbre y sus cónyuges, así como una cena de gala y un espectáculo cultural, antes del inicio de las conversaciones formales el sábado.
Poco después de que Trump aterrizara en Vietnam, la Casa Blanca anunció que el presidente no tendrá una reunión formal con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En conversaciones con la prensa a bordo del Air Force One, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, atribuyó la decisión a problemas de agenda por ambas partes, aunque dijo que es posible que los presidentes tengan un encuentro informal en Danang o en una conferencia regional posterior en Filipinas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo el jueves a la prensa en Beijing que no había motivo para programa una reunión si Washington y Moscú no pueden hacer progresos significativos en cuestiones como Siria y Ucrania.