El Congreso aprobó finalmente hoy el paquete de ayuda de 36,500 millones de dólares para emergencias en respuesta a los huracanes, especialmente para Puerto Rico; y los recientes incendios que asolaron el norte de California.
El paquete incluye 18,700 millones para las respaldar las actividades de la Oficina Federal de Gestión de Desastres Naturales (FEMA, en inglés), cuyas reservas habían sido casi agotadas ante los tres potentes huracanes que azotaron EEUU en los últimos dos meses.
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Cuenta, además, con 1,270 millones de dólares para programas de asistencia nutricional en Puerto Rico, y un préstamo a bajos tipos de interés de 5,000 millones de dólares para gastos operativos y el pago del salarios de funcionarios de la isla caribeña.
Por otro lado, aprueba un aumento de 16,000 millones de dólares en el tope de préstamos del Plan Nacional de Seguro por Inundación, y destina 570 millones de dólares para la recuperación de las zonas afectadas por los graves incendios en el norte de California.
Esta nueva ronda de asistencia financiera se centra especialmente en Puerto Rico, donde un mes después del paso del huracán María todavía el 80% de la población carece aún de acceso a la red eléctrica.
Los graves daños ocasionados por el huracán María, que ha dejado 51 muertos, se unen a una situación financiera crítica para Puerto Rico, sumido en una profunda crisis económica e incapaz de afrontar una deuda pública que ronda los 70,000 millones de dólares.
Previamente, en septiembre, el Congreso había dado ya luz verde a otro paquete de 15,250 millones de dólares para las labores de reconstrucción en Texas, por el paso de Harvey, y en Florida, por el de Irma.
“El Senado sigue comprometido a hacer su parte para apoyar los esfuerzos en marcha de ayuda. Las víctimas de estos huracanes continuarán contando con nuestro apoyo”, dijo Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta.
La medida pasa ahora al despacho del presidente, Donald Trump, quien deberá ratificarla.