Contra fuertes vientos huracanados, violentas ráfagas e intensas lluvias, las ondas de Radio Antillas nunca dejaron de informar a residentes del sudoeste de la isla en pleno azote del huracán María el pasado 20 de septiembre.
El director técnico de la emisora localizada en Guayanilla, Luis Francisco Marín, y su esposa Xiomara Luccas Rosario se mantuvieron en los micrófonos por varias horas durante y después del paso del sistema tropical.
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“Mi mayor precaución era que se nos cayera la torre. Para Georges también fuimos de las pocas emisoras que se mantuvieron al aire. Fue impactante asomarte por la ventana del baño y ver cómo se movía la torre y los tensores. Decíamos ‘ya mismo va pa’l piso’”, sostuvo Marín en entrevista con Metro.
Mientras, Luccas Rosario contó que la experiencia que más le impactó cuando estuvo en vivo fue que un hombre llegó a la estación radial en una motora pequeña desde Peñuelas buscando hielo para los medicamentos de su hijo de 11 años.
“La vida de su hijo dependía de esos medicamentos. El caso me conmovió y me moví hacer algo rápido. Hice una súplica con lágrimas a través de la frecuencia de Radio Antillas pidiendo que le hicieran llegar un poco de hielo. No pasaron ni cinco minutos y el estacionamiento de la emisora se llenó. Llegaron como diez personas con botellas y con bolsas de supermercado llenas de hielo. Se fue y la gente siguió llegando a la emisora”, indicó la mujer, quien es trabajadora social de profesión.
Marín relató varios sucesos que le impactaron durante y después del azote del fenómeno atmosférico que entró a la isla como categoría 4. “Me impactó mucho que llamó esta señora de Piedras Blancas exigiendo que Manejo de Emergencias la sacara de la casa en medio del huracán. También me impactó que la emisora se convirtió en un centro de distribución de suministros para los afectados del huracán. Ver la gente llegando y ver sus caras cuando veían las cosas que necesitaban fue bien gratificante”
La mujer indicó, además, que en las horas que estuvieron en medio del sistema informando a personas desde Salinas hasta Mayagüez, recibió la llamada de su padre. “A mí se me olvidó completamente que yo estaba al aire. Me emocioné mucho por la llamada. Cuando mi papá me dice ‘nena. Dios te bendiga. Estamos bien’ empecé a temblar y se me agujaron los ojos”.
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Por su parte, el director técnico de la estación, quien labora en la misma desde el 1997, explicó la odisea que fue recibir la llamada de un hombre que solicitaba ayuda ya que su suegro había muerto en su residencia.
“Fue una odisea y lo único que se me ocurrió fue buscarle un transportista. Fue traumatizante no poder hacer nada y sabemos que como ese caso hubo muchos así en Puerto Rico”.
La pareja contó a este diario que llevan más de 30 días pernoctando en el lugar, donde mantienen un programa de lunes a sábado de 7:30 a 9:00 de la noche. “Básicamente estamos viviendo aquí hace un mes”, manifestó Luccas.
Sobre lo que aprendieron en medio de la extensa cobertura y crisis que atraviesa el país, el periodista sostuvo que a “aprender a tener paciencia”. Su esposa mencionó: “ser más humano y ser enfático”.
La mencionada emisora, la cual fue la única en la zona sudoeste que se mantuvo en vivo durante el paso del huracán, es de las pocas en la isla que cuentan con tres transmisores. Uno de ellos data de la década de los años 60.