El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Michael Pierluisi Rojo, extendió ayer hasta el 30 de octubre la vigencia de la orden 2017-005 que obliga a la congelación y fijación de precios de los artículos de primera necesidad en situaciones de emergencia.
La orden congeló los precios de venta de los artículos de primera necesidad ante el paso del huracán Irma y luego por el huracán María por la zona de Puerto Rico.
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Para proteger a la ciudadanía del acaparamiento, la manipulación, la especulación y otras prácticas destructivas durante esa situación, el secretario determinó extender la orden.
Se indica que para evitar que los comerciantes se vean impedidos de vender artículos de primera necesidad debido a aumentos sustanciales en los costos de adquisición y/o importación de los mismos, cualquier comercio podrá solicitar una dispensa para aumentar el precio de un artículo en particular.
“La solicitud deberá estar acompañada de evidencia acreditativa del aumento en costos de adquisición o importación de un producto específico. Cualquier comercio también podrá solicitar un ajuste en los precios de los artículos de primera necesidad si presenta evidencia de aumentos sustanciales en sus costos de operación, relacionados a la situación de emergencia provocada por el huracán María”, se indica.
Pero se advierte que “no se podrá aumentar el precio de ningún artículo de primera necesidad hasta que el mismo sea debidamente autorizado por la Oficina del Secretario”.
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“Ninguna persona natural o jurídica que no se dedicaba a la venta de artículos de primera necesidad antes del 3 de septiembre de 2017, podrá vender dichos artículos sin antes solicitar ante el Departamento una fijación de precios”, abunda la orden.
Señala que las violaciones a esta orden y de las leyes y reglamentos que la autorizan estarán sujetas penalidades de hasta 10 mil dólares por cada violación.