Un portavoz del ministerio norcoreano de Exteriores volvió a acusar a Washington de mentir sobre el caso, después de que el jueves los forenses no aclararan las causas de la muerte de Warmbier ni pudieran confirmar si éste fue torturado en Corea del Norte, una hipótesis que defienden su familia y la Casa Blanca.
Pyongyang recalca que Warmbier “es un criminal que fue castigado el 16 de marzo de 2016 a trabajos reeducativos” según la ley norcoreana por cometer “actos hostiles” dirigidos por Washington.
Sin embargo, las autoridades ofrecieron asistencia médica al estudiante debido al deterioro de su salud y le liberaron y permitieron regresar a su país “desde un punto de vista humanitario”, añade la nota.
Corea del Norte afirma que la instrumentalización del caso es otra “provocación del viejo loco Trump y la chusma de EE.UU., basada en datos plagados de fraudes y embustes”, y advierte de que este asunto “multiplica la enemistad y el deseo de venganza de todo el pueblo y el Ejército coreanos hacia ese imperio”.
El informe del forense estadounidense no aclaró las causas que produjeron la muerte de Warmbier por falta de oxígeno y sangre en el cerebro tras realizar un examen externo del cuerpo, ya que los padres no quisieron que se le realizara una autopsia completa.
Warmbier, de 22 años, fue detenido en Corea del Norte en enero de 2016 cuando visitaba el país como turista y condenado a 15 años de trabajos forzados por intentar robar un cartel de propaganda política del hotel en el que se hospedaba en Pyongyang.
El joven llevaba más de un año en coma cuando fue liberado en junio de 2017, apenas una semana antes de morir en suelo estadounidense.
Pyongyang sostiene que Warmbier sufrió un brote de botulismo y le dieron una pastilla para dormir, pero no volvió a despertarse.
Trump, a través de Twitter, afirmó el pasado martes que “Otto fue torturado de manera increíble por Corea del Norte”.
El episodio de Warmbier incrementó aún más las tensiones entre Washington y Pyongyang por los continuos lanzamientos de misiles y ensayos nucleares de Corea del Norte, así como por las amenazas belicistas cruzadas de Trump y Kim Jong-un. EFE
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