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Labor encomiable en medio de la crisis

Policías y bomberos dan la milla extra ante la situación que vive Puerto Rico tras el paso del huracán María

El agente Rivera Ortiz aún no ha podido viajar al área sur de la isla para ver a su familia. / Foto: Miguel De Jesús

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Trabajan turnos de doce horas y el cansancio en ocasiones los golpea, pero su compromiso con la ciudadanía es mayor que cualquier aire de agotamiento que los pueda rozar. 

Las intensas labores para la Policía de Puerto Rico comenzaron en realidad antes del huracán María. Según explicó el agente José Antonio Rivera Ortiz, los largos turnos comenzaron desde la emergencia que surgió ante el paso del huracán Irma, hace ya tres semanas. Pero eso no le ha quitado el ánimo a Rivera, de 42 años, quien ayer se encontraba ubicado en la Avenida Piñero en Río Piedras controlando el tránsito vehicular. 

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“Es mi experiencia personal en la cual he podido ayudar a la gente y darle apoyo inclusive en lo que es orientación”, afirmó el agente adscrito al CIC de San Juan, mientras continuaban dando señales de tránsito. 

“Estamos controlando este sistema, la gente a cooperado bastante”, apuntó el hombre residente de San Juan, aunque toda familia se encuentra en Ponce y Yauco. Con ellos, afortunadamente, ha logrado comunicación incluyendo a su mamá, aunque aún no ha tenido oportunidad de viajar hasta la zona sur para abrazarlos. 

“No he podido ir porque estamos pegados, pero sí he podido tener comunicación veía telefónica”, explicó

No solamente la policía estatal ha estado activa en todo momento, sino también la municipal. En la zona de Santurce también hacía ayer labores de tránsito el sargento Luis Díaz Figueroa y otros 20 agentes, también en turnos de 12 horas. 

Además del tránsito vehicular, los policías municipales ayudaban a controlar la entrada y salida de los vehículos en las estaciones de gasolina, así como el tránsito de las guaguas de la AMA. 

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“Nosotros estamos más de 12 horas en la calle, los ciudadanos han traído comida a los policías, agua, refresco, le han dado las gracias por la labor, porque en realidad nosotros desatendemos lo nuestro par atender a los demás”, expresó Figueroa. 

El agente tiene tres hijos, uno de ocho años, otro de diez y uno de 21 años. El mayor de los tres forma parte del Ejército de los Estados Unidos y se encuentra también ofreciendo apoyo a la ciudadanía en la isla luego del paso de María. A los menores, que residen en Naranjito, los pudo ver finalmente el domingo. 

“Es parte del trabajo que tenemos que hacer, lo que nos toca a nosotros, es la labor que nosotros escogimos”, apuntó. 

Padre e hija en el camión de bomberos 

Pero no solamente los policías se mantienen activos en turnos de 12 horas, sino también los bomberos. “Hasta el momento estamos trabajando en la remoción de escombros en nuestra zona y atendiendo las emergencias que se dan a diario”, explicó el teniente Santos Ayala, adscrito a la estación de bomberos de Barrio Obrero en San Juan.

“Desde el día uno estamos trabajando”, añadió, al tiempo que explicó que trabajan mano a mano con Emergencias Médicas en el rescate y transportación de personas. 

“Desde el día del huracán cuando vimos la luz del sol lo que nos encontramos, eso nos impactó, lo que pasó en general, nos ha marcado a todos”, expresó el bombero. 

Santos dijo haber vivido “momentos de angustia”, al no saber nada de su familia posterior al paso del huracán María. “Tuvimos unos momentos que la comunicación era intermitente hasta que se fue en su totalidad”, explicó. 

Finalmente, pudo llegar hasta su esposa y sus dos hijos de 10 y 19 años, alrededor de 42 horas después del paso de María sobre Puerto Rico. Para su sorpresa, su hija de 19 años decidió unirse al trabajo de su papá como voluntaria y lo acompaña en las labores de rescate y remoce´øn de escombros que realizan los bomberos. 

“Me quise unir a mi papá para ayudar a Puerto Rico de la manera en que pueda, ya que estamos en crisis y nunca había vivido esto”, expresó Sannette Ayala Román.

Sannette realiza labores como voluntaria junto a su padre, el teniente Santos Ayala, del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico. / Foto: Miguel De Jesús

Ayala recordó el momento en que se reencontró con su papá luego de 42 horas sin saber nada sobre él. “Se me salieron las lágrimas, fue un momento muy bonito porque se fueron todas las tensiones”, relató. Inmediatamente después de encontrarse con su padre, la joven se montó con él en el camión de bomberos. “Siempre me ha gustado esto”, aseguró.  

“Ella me está dando la mano, está haciendo labor voluntaria, ayudándome a darle la mano al pueblo”, dijo orgulloso su padre, quien lleva 20 años unido al Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico. 

Al momento, un total de 1,646 bomberos trabajan alrededor de Puerto Rico en labores de remoción de escombros, rescate y atención de emergencias, así como 86 adicionales que llegaron a la isla a dar apoyo desde Nueva York. Respecto a los policías estatales, unos 372 se encuentran ubicados en avenidas y carreteras alrededor de Puerto Rico, manejando el tránsito vehicular. El número total de agentes activos en labores en este momento no ha sido publicado por la Policía de Puerto Rico. 

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