Corozal, en el Centro-Norte de Puerto Rico está como muchos pueblos de la Isla, destrozado por el paso del huracán María hace una semana.
Los caminos están obstruidos por árboles y tendido eléctrico caído, pero hay muchas de sus carreteras rurales que cedieron por las lluvias del huracán categoría cinco. Como el resto del país, los corozaleños intentan poco a poco reponerse del duro impacto de María. Miles de residentes en Corozal se tiran a las calles en búsqueda de agua de los ojos de manantial que bajan de las montañas o simplemente a hacer filas de entre ocho a doce horas para intentar conseguir algo de combustible para sus vehículos y plantas eléctricas.
PUBLICIDAD
Vanessa García relató a Metro que lleva dos días en fila para la gasolina, pues el primer día luego de estar por ocho horas en fila, al llegar la hora del toque de queda la estación dejó de servir el combustible. Ella y un grupo de vecinos, dejaron sus automóviles estacionados en la fila. Establecieron turnos para vigilar los vehículos en la noche y ayer a las 10 de la mañana esperaban que la estación de gasolina recibiera un camión con combustible para volver a operar con la esperanza de que ahora sí puedan echar los $20 que dispensa el establecimiento. Ella necesita la gasolina para movilizarse a su centro de trabajo en la zona de Guaynabo donde ya su patrono pide que vuelvan a reportarse.
La historia es similar en prácticamente todos los puestos del pueblo. Johanna Ortiz, otra corozaleña, también relató que estuvo un día de siete de la mañana a siete de la noche en una fila para la gasolina con su esposo y sus dos niñas de cinco y siete años, pero no alcanzó combustible. Al día siguiente, la persona de seguridad del establecimiento la reconoció y le permitió ubicarse en los primeros turnos, por lo que logró echar gasolina.
En la entrada al pueblo de Corozal, hay varios ojos de agua de manantial. Allí también se acumulan carros de personas que llegan a buscar el líquido. Daniel Orlán, es una de las personas que llegaron con envases a buscar agua. Ya conoce la zona y la frecuenta en búsqueda de agua. “Es un manantial que produce la tierra y el agua se puede tomar. Ahora mismo es la única fuente de agua”, relató. Dijo que allí el agua es constante, ya que en tiempos de sequía buscan agua en el lugar.
En un recorrido por el pueblo, el hedor de basura y descomposición de carnes y animales muertos se hacía insoportable. Metro pudo observar camiones de basura haciendo recogido de desperdicios sólidos. De la misma forma, se observaron en varias carreteras del pueblo camiones de la Autoridad de Energía Eléctrica y de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.
Otra fila abultada se congregaba en la Cooperativa Sagrada Familia donde las personas esperaban poder hacer retiros de dinero.
Corozal fue uno de los pueblos donde se hicieron rescates durante la emergencia por el paso del huracán María.