A una semana del paso del huracán María por Puerto Rico hay municipios de la zona sur que siguen a la espera de ayuda externa para manejar la crisis tras la devastación provocada por el fenómeno atmosférico.
De acuerdo con el director de OMME de Ponce, Luis Delgado, “el momento estamos todos trabajando en números rojos. No solo los hospitales sino todos nosotros. Ya siete días y estamos precisamente trabajando vislumbrando cuándo y cómo vamos a comenzar a recibir ayuda de la parte externa o la ayuda de otros niveles para entonces atemperarnos a las necesidades que tenemos ahora”.
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Y es que, aunque Delgado aseguró que los cuatros hospitales de la Ciudad Señorial tienen combustible para operar, este advirtió que “están en sus niveles de manejo crítico en relación a la cantidad de oxigeno, a la cantidad de medicamentos, diesel y agua disponible. Ellos están trabajando directamente con su planes”.
A esta fecha las autoridades no han recibido suministros para distribuir a la ciudadanía. “Hemos recibido llamadas de grupos humanitarios que quieren llegar con ayuda, pero al momento no nos ha llegado nada como para hacer una distribución masiva de lo que tenemos notros en nuestras áreas. Se habilitaron tres lugares para que cuando tengamos la capacidad de distribución”, sostuvo al tiempo que dijo que el panorama en los municipios cercanos es “exactamente igual que el de nosotros. Hay mucha devastación en los municipios son las mismas necesidades que estamos teniendo”.
El municipio habilitó unas oficinas en las que están recibiendo las querellas para contabilizar los daños y las necesidades de la población. Hasta 5,447 familias han reportado la perdida de su hogar.
Aunque la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados esperaba devolver el servicio a la zona de Ponce a principios de semana, se han topado con la situación de que personas abren los hidrantes impidiendo que las líneas se sirvan.
“En las partes bajas de Ponce tenemos personas que están abriendo los hidrantes por lo que no se da la oportunidad de que se llenen las líneas, se recupere el sistema y tengamos agua para todos. Entonces ese es otro problemas”, contó el funcionario.
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Sobre el tema de la seguridad, este indicó que si han reportado escalamiento por lo que hizo un llamado a la ciudadanía ha mantenerse en sus hogares a no ser que tengan una situación de emergencia.
“Se está reforzando la seguridad en los bancos. Estamos tratando de controlarlo dentro de lo mejor posible. Lo que se le ha dicho a todo el mundo es que si usted no tiene que salir no lo haga”, insistió.
Comunidades se abren camino
“Al día de hoy yo no he visto a nadie aquí. Ni del Gobierno estatal, ni municipal. La comunidad es quien ha salido a limpiar las calles”. Héctor Pérez, líder comunitario del sector Puerto Viejo del barrio la Playa en Ponce no puede creer que al día de hoy las autoridades no se hayan acercado a la zona para ayudar en la remoción de escombros.
La devastación de la zona es evidente. Hay casas que todavía muestran como evidencia el árbol que destruyó su techo, hay tubos rotos y planchas de zinc sobre el tendido eléctrico. “Yo no veo plan. No se ve. Están todos en el Centro de Convecciones”, expresó Carlos Santiago, residente del sector.
Por su parte, Félix Beltrán removía los escombros de una pared que colapsó en el negocio de mecánica industrial de su hermano ubicado La Playa. “Yo estimo que podemos volver a operar como en dos semanas, pero el taller aún tiene agua adentro”, detalló.
Mientras que Julie Mayoral se mostró optimista y espera poder volver a abrir su academia de baile este sábado. “Yo espero poder operar este sábado. Esta es mi única fuente de ingreso… Aunque no sabemos cuando llegue la luz”, exclamó.