LA HABANA (AP) — Mientras el huracán Irma inundaba los barrios de clase obrera detrás del Malecón, un fotógrafo del diario del Partido Comunista observó a dos hombres que sacaban muebles arruinados con el agua casi por las rodillas.
Cerca de ellos, otros cuatro individuos sentados en sillas de plástico jugaban al dominó en esa agua sucia, sobre una mesa improvisada que sostenían con sus rodillas. Juvenal Balán tomó una foto y la publicó en las redes sociales, diciendo que le parecía “increíble” que algunos jugasen mientras “otros trabajaban juntos para mitigar el daño”.
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Acto seguido sucedió algo inesperado: La foto circuló por todos lados y generó un debate tan intenso como complejo sobre el estado de la sociedad cubana.
Muchos cubanos de la isla y también de la diáspora internacional consideraron que la escena del domingo es un típico ejemplo de “indisciplina social”, una expresión usada generalmente para criticar el incumplimiento de valores cívicos muy preciados como la limpieza, la gentileza y la ayuda al vecino. Para otros, la foto simbolizó otra cualidad igualmente cubana: Su fortaleza para encarar la adversidad, incluso los desastres, sin renunciar al buen humor.
“¡Qué salvajes!”, escribió una mujer en la página de Facebook de Balán. “Para meterlos presos”, dijo otra.
Al día siguiente, los populares reguetoneros de Gente de Zona ofrecieron una perspectiva muy diferente.
El grupo publicó una foto de Balán en su página oficial de Facebook, recortada para destacar la escena del dominó y no los hombres que recogían escombros, y comentó: “Al mal tiempo, buena cara”.
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“La esencia del espíritu cubano reflejada en esta foto”, escribió el grupo, o quien administra sus cuentas en las redes sociales. La imagen recibió más de 8.000 “me gusta” y tuvo reacciones parecidas en decenas de otras páginas dirigidas a los cubanos.
En Italia, expatriados cubanos se pasaron días discutiendo el significado de esa imagen en un chat en italiano.
“Los cubanos de la isla y de la diáspora están viendo esta imagen y sacando todo tipo de conclusiones sobre la sociedad cubana contemporánea”, manifestó Michael Bustamante, profesor adjunto de historia latinoamericana en la Universidad Internacional de la Florida y quien tuiteó sobre la foto esta semana. “Algunos ven un indicio de irresponsabilidad social o un síntoma de una crisis moral. (Otros) ven el triunfo del espíritu cubano desafiando adversidades increíbles”.
Hubo reacciones igualmente contrastantes a otras imágenes de esta semana de cubanos que se divierten en medio de la crisis: mujeres riéndose y aparentemente bailando con agua hasta las rodillas, adolescentes que se tiran desde un paso a nivel hacia un túnel inundado convertido en piscina.
El escritor Oscar Sánchez Serra abordó las implicaciones sociopolíticas en un ensayo en el diario del PC Granma.
“Una cosa es ese rico e infinito gracejo y otra, bien distintas, la indisciplina y la irresponsabilidad”, escribió Sánchez Serra. “Lo que sí deberíamos rechazar es esa imagen de que locuras o cosas impensadas son propias de los cubanos… No es un chiste, más bien es comida para la burla, que en medio de la situación creada por el impacto del gigantesco y devastador huracán Irma, en plena calle habanera, sumergidos hasta la cintura, cuatro hombres jueguen al dominó”.
Balán declaró a la Associated Press que le llamó la atención el contraste entre la gente que limpiaba escombros en la Calle Águila, a cuatro cuadras del Malecón, y los jugadores de dominó.
“Veo a mujeres con escobas, familias tratando de sacar del agua todos los residuos, veo a estos hombres que aparecen en el lado derecho tratando de recoger algunos residuos sólidos y destupiendo tragantes me imagino yo”, manifestó. “Y veo ahí una gente jugando dominó. Un caso insólito, no por jugar dominó, sino por el momento”.
Si Balán hubiese llegado un poco antes, no obstante, hubiese visto a esos hombres trabajando también en la limpieza del lugar, según seis vecinos entrevistados por la AP.
“Eso no era ninguna indisciplina”, aseguró Ángel Caballero, obrero de la construcción de 54 años. “Mientras unos trabajaban tratando de hacer que se fuera el agua para que no subiera más y entrara a las casas, otros jugaban por turnos”.
El agua que trajo Irma se fue y los residuos que dejó han sido recogidos, por lo que las marcas en las paredes son casi el único recordatorio visual del caos que provocó la tormenta en La Habana.
Eddy Dennis, de 51 años, empleado de una playa de estacionamiento que fue visto sacando muebles del agua, dijo que la imagen mostró la cooperación del vecindario y un esfuerzo conjunto para hacer frente a la peor inundación que vivió La Habana en años, si no décadas.
“Estábamos tratando de destupir el alcantarillado para que el agua bajara más rápido. Era algo comunitario que hacíamos todos los vecinos, en un sentido de unidad”, expresó Dennis. “El que se cansaba de trabajar se sentaba en el dominó. Habíamos pasado toda la noche en vela y era una forma de desestresar ante el desastre”.