Corea del Sur completó en la víspera el despliegue de la batería completa del sistema antimisiles de las Fuerzas de Estados Unidos, una medida destinada a “proteger la vida y la seguridad de la gente de las cada vez más intensas amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte”, según el Ministerio de Defensa. Asimismo, el Ejecutivo surcoreano confía en alcanzar un punto de entendimiento con China sobre la instalación del THAAD después de que Pekín presentara una queja formal, al considerar que el radar incluido en el sistema podría servir para espiar sus instalaciones militares. El escudo antimisiles también ha suscitado un fuerte rechazo de la población de la zona donde se ubica (a unos 300 kilómetros al sur de Seúl), ante la posibilidad de que este área pueda convertirse en objetivo prioritario para ataques de Pyongyang y por los efectos que sus radares puedan tener en la salud y sus cultivos. El Ministerio de Defensa señaló que la instalación es provisional y que se tomará una decisión sobre su despliegue permanente al completarse los estudios de impacto medioambiental pertinentes, que ya llevaron al Gobierno del presidente, Moon Jae-in, a paralizar el pasado junio el emplazamiento de los cuatro dispositivos.EFE
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