Tras el paso del huracán Irma por Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares aseguró que “nuestras oraciones fueron escuchadas”, en referencia a que el sistema pasó tangencialmente alrededor de la isla, por lo que su impacto no fue tan nefasto como se esperaba.
También agradeció a las personas que acogieron el llamado de desalojo que hizo antes del paso de Irma, porque -aseveró- “su acción salvó vidas”.
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Pese a todo, el mandatario pidió tener precaución, pues todavía el peligro no se ha extinguido y alertó sobre la posibilidad de inundaciones en los próximos días, porque “la lluvia continuará”.
“Ahora lo que procede es la fase de evaluación y de reconstruir. Ahora nos compete levantarnos con más fuerza que nunca”, añadió.
Recordó Rosselló Nevares que “nuestro objetivo principal era salvar vidas. Pero hay grandes retos en términos de inundaciones e infraestructura. Ahora lo que procede es la fase de evaluación y de reconstrucción de las zonas de desastre”.
En ese sentido, informó que se comunicó con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “quien reiteró su compromiso de ayudar a Puerto Rico, lo mismo que el vicepresidente”, además de varios alcaldes y otros funcionarios federales para dialogar sobre el impacto del huracán: “Todos asumieron el compromiso de colaborar”, remarcó.
Y reiteró la importancia de que el secretario de Salud de Estados Unidos, Tom Price, declarara ayer una emergencia de salud pública en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.
El ejecutivo informó sobre 198 incidentes en carreteras, un estimado de 6,200 personas y 500 mascotas en refugios y acerca de que “el 68 por ciento de los clientes de la Autoridad de Energía Eléctrica se encuentra sin luz y que el 17 por ciento de la población se encuentra sin agua. La mayoría, por ausencia de energía eléctrica”.