Como puerta del Océano Atlántico, el área este del país experimentó vientos de tormenta tropical y ráfagas de huracán durante el paso de Irma. Y aunque hubo pérdidas materiales en algunas residencias y establecimientos, los alcaldes de varias municipalidades de la región agradecieron que no hubo mayores incidentes con ciudadanos.
Este fue el caso del primer ejecutivo de Fajardo, Aníbal Meléndez, quien además contó que tras el paso del fenómeno atmosférico en su localidad quedaron varias vías de rodaje obstruidas por árboles caídos y en algunos hogares el agua entró.
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En un recorrido que realizó este medio por Fajardo, constató que además de lo comentado por el alcalde, en el área urbana varios letreros publicitarios quedaron por el suelo y el techo de un garaje de gasolina colapsó.
En total, Fajardo resguardó a unas 60 personas en los refugios disponibles. Ayer, según Meléndez, todos los ciudadanos regresaron a sus hogares.
Mientras, en el municipio de Cabo Rojo el alcalde Ángel “Bori” González informó a este medio que, de las 98 personas refugiadas en su pueblo, ocho regresaron ayer a la escuela usada como resguardo porque tras el huracán sus pertenencias se estropearon. En algunos casos, las casas perdieron el techo, destacó el primer ejecutivo.
González también dijo a Metro que varias carreteras, incluyendo estatales, estaban bloqueadas por árboles; comenzaron a habilitarlas ayer mismo.
Por su parte Keila Centeno, oficial de prensa del municipio de Luquillo, sostuvo que unas tres casas perdieron sus techos por el huracán Irma. Ayer la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) les proveyó a los ciudadanos varios toldos para cubrir sus hogares mientras resuelven la situación.
En total hubo 92 personas refugiadas en Luquillo y siete mascotas.
